Por Juan Medina
A BORDO DEL OPEN ARMS, 26 nov (Reuters) - Unos migrantes bailaron y se pusieron a cantar mientras un barco de rescate los transportaba al puerto italiano de Taranto el martes al amanecer, día después de haber sido hallados a la deriva en un bote infable en el Mediterráneo.
Las 62 personas, en su mayoría de África occidental y central, recogieron su ropa de cama antes de desembarcar, celebrando el final de una lucha política por su destino, ya que Italia se había negado inicialmente a aceptarlos y sólo cedió llegado el fin de semana.
"Esperamos que puedan dejar atrás estas terribles experiencias que han vivido y que Europa los trate con humanidad", dijo una portavoz del barco humanitario Open Arms, con bandera española, que encontró a los inmigrantes a 80 kilómetros de Libia el miércoles de la semana pasada.
Italia dijo que el barco de la ONG Open Arms debería dejar a los migrantes en Trípoli en virtud de los acuerdos internacionales. No obstante, Roma cambió su posición después de que los guardacostas evacuaran a otros 11 miembros del grupo, incluidos niños pequeños y varios heridos.
El Gobierno italiano ha adoptado una postura firme contra la inmigración y se ha resistido anteriormente a los intentos de los barcos de rescate de desembarcar inmigrantes en su territorio.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año se han confirmado casi 1.000 muertes en las tres principales rutas de migración a través del Mediterráneo.
(Información de Juan Medina; escrito por Nathan Allen; editado por Andrew Heavens; traducido por Andrea Ariet en la redacción de Gdansk)