Lisboa, 25 jul (.).- El Banco BPI (LS:BBPI), controlado por el español Caixabank (MC:CABK), perdió 102 millones de euros hasta junio, frente a los beneficios de 106 millones del mismo periodo de 2016, por el impacto de la venta de parte de su negocio en Angola y del programa de reducción de plantilla.
En un comunicado enviado hoy a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), el banco detalló que los resultados fueron penalizados por la venta de una participación del 2 % del capital del Banco de Fomento de Angola (BFA), con la que cedió el control a la empresaria angoleña Isabel Dos Santos para evitar sanciones de Bruselas.
Esta operación en el BFA, donde la entidad lusa tiene ahora una participación del 48,1 %, obligó al banco a registrar en su cuenta de resultados las pérdidas derivadas de la depreciación del kwanza, la moneda de Angola.
En total, la venta tuvo un impacto negativo de 212,3 millones en las cuentas del BPI, que ya había sido registrado en los resultados presentados al cierre del primer trimestre.
A esta penalización se unen los costes derivados del programa de rescisiones implementado por el banco, que ha acordado la salida de 617 trabajadores a través de jubilaciones anticipadas y rescisiones voluntarias.
El BPI, la quinta mayor entidad bancaria de Portugal, ya había anunciado la semana pasada que el proceso tendrá un coste de 106 millones de euros (77 millones después de impuestos) que sería reflejado en la cuenta de resultados del primer semestre.
Con esta medida, que supone una reducción de la plantilla de un 11 %, el banco espera alcanzar un ahorro anual de 36 millones a partir de 2019.
Sin estos factores extraordinarios, el banco liderado por el español Pablo Forero -nombramiento que ya ha sido autorizado por todos los reguladores- habría obtenido unos beneficios de 188 millones de euros, el 77 % más que un año antes.
El producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- también se vio penalizado y se redujo un 21 % hasta 289 millones, mientras que el margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- se mantuvo casi igual, en 200 millones.
En cuanto a la solvencia del banco, el "Core Tier 1 fully implemented" se situó en el 10,9 % y la proporción de crédito en riesgo sobre el total concedido del banco se redujo al 3,6 %.
El Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero a través de una opa, que dejó el 84,5 % del capital en sus manos.