AL RAYYAN, Qatar, 29 nov (Reuters) - Los aficionados esperaban que Gales llegara al Mundial de muy buen humor después de una agonizante espera de 64 años, pero el equipo tropezó en el primer obstáculo cuando la envejecida "Generación Dorada" de Gareth Bale y Aaron Ramsey no cumplió.
En el empate 1-1 inicial con Estados Unidos, Bale demostró por qué es el jugador más confiable de Gales después de convertir un penal, pero eso fue todo lo que pudo ofrecer en lo que fue una campaña decepcionante para los galeses en Qatar.
Contra Irán, el jugador de 33 años disparó un tiro a puerta cuando Gales sufrió una decepcionante derrota de 2-0 que los dejó con la esperanza de un milagro contra Inglaterra en la llamada "Batalla de Gran Bretaña".
El jugador con más partidos de Gales pasó desapercibido en el ataque contra Inglaterra en la primera mitad y fue sustituido en el descanso debido a un problema en el tendón de la corva antes de que Gales perdiera 3-0, terminando último en el Grupo B con un punto y un gol.
Independientemente de su forma a nivel de clubes antes de un gran torneo internacional, Bale suele cumplir cuando se pone la camiseta de Gales, pero esta vez no fue el caso, ya que surgieron dudas sobre su forma y estado físico.
Antes de la Copa del Mundo, el delantero de Los Ángeles FC había jugado solo 36 minutos desde septiembre. En la Copa del Mundo, tuvo que jugar tres partidos en ocho días.
Si bien Bale parecía una fuerza agotada, Ramsey no fue diferente. Fue titular solo en cinco de sus 12 partidos de la Ligue 1 francesa con el Niza esta temporada antes de viajar a Qatar.
"Ese es el problema que siempre tenemos, pedirles a los jugadores que no están jugando para sus clubes que vengan y den una actuación tras otra", dijo el director técnico de Gales, Rob Page.
Ramsey, que cumplirá 32 años el próximo mes, y Bale, llevan mucho tiempo cargando a la selección sobre sus hombros, pero se derrumbaron bajo el peso de la expectativa en Qatar.
Además de Bale y Ramsey, el mediocampista de 32 años Joe Allen también tuvo una actuación decepcionante, aunque eso se esperaba dado que regresaba después de dos meses por una lesión en el tendón de la corva y que sus mejores días quedaron atrás.
El portero Wayne Hennessey, de 35 años, fue culpable de un error en el segundo juego que permitió a los iraníes meterse en la contienda cuando fue expulsado.
La ausencia de un jugador que pudiera estar a la altura del desafío perjudicó a Gales.
Tal vez haya llegado el momento de la era dorada galesa con la carrera de Bale llegando a su fin en la MLS y las dudas sobre la capacidad de Ramsey para ofrecer grandes actuaciones.
Habiendo jugado por debajo de sus estándares, Gales espera no tener que esperar otros 64 años para regresar a un Mundial.
(Reporte de Manasi Pathak. Editado en español por Carlos Calvo Pacheco)