Por Lisa Rapaport
(Reuters Health) - Jugar videojuegos en 3D durante 30 minutos por día impediría olvidar los recuerdos, según sugiere un estudio pequeño realizado en Estados Unidos.
Durante dos semanas, 69 jugadores novatos dedicaron media hora diaria a jugar Angry Birds en dos dimensiones, Super Mario 3D World o nada. De acuerdo con las pruebas al inicio y al final del experimento, sólo los participantes que utilizaron el juego en 3D mejoraron la función de la memoria.
"Los juegos en 3D tienen mucho para dar que los juegos en 2D no tienen", dijo el coautor Craig Stark, neurobiólogo de la University of California en Irvine.
"Está la perspectiva, la cantidad de información espacial, el aspecto 'de inmersión' (uno siente que está dentro del juego) o el aprendizaje incidental. Cuando el punto de vista es relativamente estático, como en un juego en 2D, no existe la exposición a tantas relaciones espaciales", agregó.
Mientras que el estudio no se diseñó para probar que los videojuegos en 3D mejoran la memoria, es posible que la práctica estimule el hipocampo cerebral, según publican en Journal of Neuroscience Stark y Gregory Clemson, de la misma universidad.
Los autores convocaron a jóvenes de entre 18 y 22 años sin experiencia con videojuegos; el grupo concurrió al laboratorio todos los días para jugar. El experimento duró 10 días.
Antes y después de esas dos semanas, los participantes hicieron pruebas de memoria orientadas a evaluar el funcionamiento del hipocampo, la región del cerebro asociada con el aprendizaje complejo y la memoria.
Primero, los participantes observaron una serie de imágenes de objetos de uso diario. Luego, el equipo les mostró imágenes de los mismos objetos, de otros nuevos y de objetos parecidos pero con pequeñas diferencias. Los autores les pidieron que categorizaran las imágenes. Stark explicó que reconocer objetos con diferencias mínimas requiere de la participación del hipocampo.
La memoria de los usuarios de los videojuegos en 3D mejoró un 12 por ciento, que es el mismo porcentaje de deterioro entre los 45 y 70 años.
Más allá del tamaño de la muestra, las limitaciones del estudio incluyen las diferencias que pudieron existir en la complejidad de ambos videojuegos, en lugar simplemente del formato 2D o 3D. Esto, para los autores, explicaría por lo menos parcialmente los resultados en las pruebas después de jugar.
También es posible que las pruebas en los más jóvenes no dieran los mismos resultados que en los mayores o que los jugadores sin experiencia no tengan el mismo rendimiento que los jugadores más experimentados, opinó el doctor Adam Gazzaley, neurólogo de University of California, San Francisco, que no participó del estudio
No obstante, si otros estudios replican estos resultados y logran explicarlos, los videojuegos en 3D quizás ayuden a los adultos mayores que padecen pérdida de memoria, Alzheimer o demencia.