Por Liana B. Baker
NUEVA YORK (Reuters) - Decenas de grandes empresas y marcas especializadas que no son patrocinadores oficiales de los Juegos Olímpicos han solicitado gestionar las campañas de publicidad que ofrecen los deportistas antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016, aprovechando las nuevas reglas que están sacudiendo el negocio de la comercialización en torno al evento.
Multinacionales de EEUU, entre las que se encuentran Mondelez International Inc (NASDAQ:MDLZ), General Mills (NYSE:GIS), Under Armour, y Gatorade, una filial de PepsiCo (NYSE:PEP) Inc, dijeron a Reuters que han solicitado ante el Comité Olímpico Estadounidense (USOC, por sus siglas en inglés) para conseguir una exención que les permita competir con patrocinadores oficiales de los Juegos durante la competición en agosto y los Juegos Paralímpicos en septiembre.
Entre otros que han hecho estas solicitudes se incluyen el fabricante de bebidas energéticas austriaco Red Bull, el fabricante de cámaras GoPro (NASDAQ:GPRO) Inc, la marca de zapatos Asics Corp, Skechers USA (NYSE:SKX) Inc, Brooks Running, la empresa de bañadores Speedo, y Johnson & Johnson para una campaña benéfica, dijeron las compañías a Reuters.
Las solicitudes muestran que los Juegos de Río supondrán un cambio radical para los anunciantes, incluso si los espectadores no notan gran diferencia, ya que personalidades de Estados Unidos, como el gimnasta dos veces ganador del oro Gabby Douglas, salen en anuncios para todo, desde bancos hasta cereales.
Gracias a un cambio en las reglas del Comité Olímpico Internacional (COI) después de años de presión por los deportistas, los patrocinadores olímpicos oficiales tendrán que compartir por los grandes nombres con marcas que no han pagado nada al COI o a un comité olímpico nacional, como el USOC.
Las compañías que lleven a cabo estas campañas tendrán que operar bajo restricciones específicas destinadas a conservar algo de exclusividad para los patrocinadores oficiales, como Coca-Cola (NYSE:KO), Visa (NYSE:V) y McDonalds Corp.