Por Gabriela Baczynska
BRUSELAS, 4 oct (Reuters) - En una vieja y destartalada fábrica de Bélgica, el sobreviviente del Holocausto Simon Gronowski celebró el domingo su próximo cumpleaños 90 protagonizando una ópera inspirada en su vida: una historia de amor, fe y perdón que supera la tragedia más oscura
Gronowski tenía 11 años y vivía en Bruselas cuando, en 1943, los nazis lo metieron a él, a su madre y a su hermana en un tren con destino a Auschwitz, el infame campo de exterminio en la Polonia ocupada por los nazis.
El tren fue detenido brevemente por tres combatientes de la resistencia belga en Boortmeerbeek, a 30 kilómetros al noreste de Bruselas. En el caos que se produjo, Gronowski escapó y sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial en la clandestinidad. Su familia pereció en Auschwitz, donde fueron asesinadas más de un millón de personas, en su mayoría judíos.
"Estoy aquí gracias a un milagro. Salté de un convoy de la muerte", dijo Gronowski. "Fui muy infeliz cuando tenía 14, 15, 20 años. Lloré mucho. Pero nunca tuve odio. Para mí, el odio es una enfermedad. Eso nunca lo tuve".
En honor a su querida hermana, a la que se le daba bien la música clásica y le gustaba el jazz, se convirtió en pianista de jazz, además de su carrera de abogado.
Tras guardar silencio durante décadas sobre su pasado, Gronowski decidió en la década de 2000 escribir sus memorias. Eso le llevó a reunirse en 2012 con Koenraad Tinel, hijo de nazis flamencos cuyo hermano había servido como guardia en la prisión de la familia de Gronowski.
Tinel, un escultor tres años más joven que Gronowski, le pidió perdón. "Los hijos de los nazis no son culpables", cuenta Gronowski que le dijo a Tinel. "Tenía la culpa de su padre sobre sus hombros, se sentía culpable. Estas palabras que dije eran importantes para él porque venían de una víctima de los nazis".
"Nuestro dolor no es el mismo. Pero yo entendí su dolor. Y ahora es más que un amigo. Es mi hermano".
Casi 80 años después de los fatídicos acontecimientos, la espalda de Gronowski está encorvada por la edad y no puede mantenerse en pie durante mucho tiempo.
Pero sus ojos vivos, su rápida sonrisa y sus gestos le dan el aire de alguien mucho más joven mientras habla de su vida marcada por los horrores del Holocausto, que también se ha convertido en una oda al amor a la humanidad.
El compositor británico Howard Moody se sintió tan inspirado por la historia de Gronowski tras conocerlo en una representación teatral hace varios años que escribió una ópera basada en su vida y su extraordinaria amistad con Tenel.
La ópera, "PUSH", se ha representado varias veces en Bélgica y el Reino Unido, pero para conmemorar el cumpleaños 90 de Gronowski, el 12 de octubre, Moody montó una representación especial el domingo en la que aparecieron tanto Gronowski como Tenel, interpretándose a sí mismos.
La representación se llevó a cabo en una antigua fábrica de muebles cerca de Boortmeerbeek, donde Gronowski saltó del tren hace casi 80 años, y fue recibida con entusiasmo por un público de 300 personas.
(Reporte de Gabriela Baczynska; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)