Tokio, 4 ago (EFE).- Japón intervino hoy en el mercado de divisas para frenar la subida del yen, que rozaba su máximo desde la posguerra, y aliviar la presión sobre los exportadores nipones, que luchan aún por recuperarse de los efectos de la catástrofe de marzo.
La intervención, la primera en cuatro meses y medio, se produjo después de que la moneda japonesa se apreciara en los últimos días hasta la banda alta de las 77 unidades frente al dólar, debilitado por su parte ante la incertidumbre sobre la recuperación de EEUU.
A principios de esta semana el yen rozó su máximo desde la II Guerra Mundial al acercarse a las 76,25 unidades por dólar, el máximo alcanzado el 17 de marzo, una semana después del terremoto y tsunami que devastaron el noreste de Japón.
En aquella ocasión los países del G7 intervinieron de forma conjunta para devaluar la moneda nipona y facilitar así la recuperación de la tercera economía mundial tras la catástrofe.
Tras las recientes subidas del yen, que se traducen en la pérdida de competitividad de las empresas japonesas en el exterior, los exportadores aguardaban con expectación un movimiento del Gobierno, que hasta septiembre del año pasado llevaba seis años sin intervenir en el mercado de divisas.
Apenas una hora después de confirmarse la intervención, hacia las 10.00 hora local (01.00 GMT) de hoy, el yen bajaba un 1,7 por ciento frente al dólar en Tokio y se intercambiaba a 78,34 unidades, su mayor caída desde la operación conjunta del G7 del 18 de marzo.
En esta ocasión la intervención la ha efectuado Japón de forma unilateral, según el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, que no precisó a cuánto ha ascendido la masiva de venta de yenes por parte del Gobierno.
La moneda japonesa retrocedió también frente al resto de las principales divisas y llegaba a caer más del 1,5 por ciento frente al euro poco después de la intervención, con la moneda europea intercambiándose a unos 112 yenes, frente a los 110 de la víspera.
Varios analistas, sin embargo, consideran que este alivio para los exportadores puede ser un parche temporal, ya que la inquietud por la evolución de la economía de EEUU y la situación de la deuda en Europa pueden seguir arrastrando a la baja tanto al dólar como al euro.
El ministro portavoz, Yukio Edano, indicó en cualquier caso que el Gobierno estaba esperando al "momento apropiado" para llevar a cabo la intervención, que tuvo lugar poco antes del inicio de una reunión del Banco de Japón (BOJ), de la que salieron medidas adicionales de flexibilización monetaria.
El emisor nipón anunció una ampliación de su programa de compra de activos desde 40 hasta 50 billones de yenes (de unos 353.000 a unos 441.000 millones de euros), destinado a inyectar liquidez al sistema y facilitar así la concesión de créditos.
Además, decidió mantener los tipos de interés en el bajísimo rango de entre 0 y 0,1 por ciento en el que se encuentran desde el pasado octubre.
Las medidas del Banco de Japón tuvieron lugar un día después de que también el Banco Nacional de Suiza decidiera, ante la subida del franco, reducir la tasa de interés interbancario, aumentar la liquidez en el mercado e incrementar los activos bancarios en cuentas de la entidad.
La intervención sobre el yen fue recibida con subidas en la Bolsa de Tokio, que llegó a avanzar temporalmente más de un 1 por ciento, aunque posteriormente perdió fuelle para terminar con una subida moderada de su índice Nikkei, que ganó el 0,23 por ciento.
El de hoy fue el primer cierre en positivo del Nikkei tras dos jornadas de fuertes retrocesos en medio de la incertidumbre económica en EEUU, el problema de la deuda en Europa y la preocupación de los exportadores por el tipo de cambio.
Un yen fuerte ahoga las ganancias en el exterior de los grandes exportadores nipones, como el automovilístico Toyota o el gigante de los videojuegos Nintendo, que a principios del ejercicio fiscal habían tomado como referencia tipos de cambio de entre 80 y 82 yenes. EFE
mic/jlm