Buenos Aires, 3 dic (EFE).- La octava edición de la Feria Internacional de Artesanías de Buenos Aires abrió hoy sus puertas con la participación de centenares de artesanos de Argentina y de otros países latinoamericanos que buscan revalorizar ante la sociedad sus creaciones originales.
La feria, que se desarrollará hasta el próximo domingo en el centro de exposiciones La Rural, de la capital argentina, es organizada por la Fundación para el Desarrollo de las Artesanías (Fundart), que desde hace décadas coordina una muestra similar en la central provincia argentina de Córdoba.
Sobre una superficie de 10.800 metros cuadrados, se exhiben desde objetos decorativos, joyas, juguetes e indumentaria, hasta instrumentos musicales, muebles y bebidas artesanales, entre otros, obras de artesanos de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia.
"A diferencia de las ferias artesanales callejeras, ésta feria, además de su enorme tamaño, cuenta con la garantía de que lo que se vende ha pasado antes el filtro de un jurado técnico, que certifica la calidad y la autenticidad de los productos", dijo hoy a Efe el presidente de Fundart, Enrique Pepino.
El titular de la fundación destacó que esta feria, al no haber intermediarios, ofrece mejores precios a los compradores, quienes, además, pueden interactuar directamente con los verdaderos creadores de los productos, verles trabajar delante de sus ojos y preguntarles sobre las técnicas y materiales utilizados.
"La artesanía hace un gran aporte social y cultural. Aquí hay artesanos que mantienen vivas tradiciones diversas y viven de ello. La sociedad muchas veces asocia artesanía con lo que se vende en la calle y por ello la artesanía está un poco desvalorizada, pero este tipo de ferias logra de a poco devolverle valor", sostuvo Pepino.
La feria, además de ser un espacio de venta, otorga premios a los artesanos en diferentes categorías y los productos galardonados pasan luego a formar parte del patrimonio del Museo Iberoamericano de Artesanías, de Córdoba (centro de Argentina), propiedad de Fundart. EFE
La feria, que se desarrollará hasta el próximo domingo en el centro de exposiciones La Rural, de la capital argentina, es organizada por la Fundación para el Desarrollo de las Artesanías (Fundart), que desde hace décadas coordina una muestra similar en la central provincia argentina de Córdoba.
Sobre una superficie de 10.800 metros cuadrados, se exhiben desde objetos decorativos, joyas, juguetes e indumentaria, hasta instrumentos musicales, muebles y bebidas artesanales, entre otros, obras de artesanos de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia.
"A diferencia de las ferias artesanales callejeras, ésta feria, además de su enorme tamaño, cuenta con la garantía de que lo que se vende ha pasado antes el filtro de un jurado técnico, que certifica la calidad y la autenticidad de los productos", dijo hoy a Efe el presidente de Fundart, Enrique Pepino.
El titular de la fundación destacó que esta feria, al no haber intermediarios, ofrece mejores precios a los compradores, quienes, además, pueden interactuar directamente con los verdaderos creadores de los productos, verles trabajar delante de sus ojos y preguntarles sobre las técnicas y materiales utilizados.
"La artesanía hace un gran aporte social y cultural. Aquí hay artesanos que mantienen vivas tradiciones diversas y viven de ello. La sociedad muchas veces asocia artesanía con lo que se vende en la calle y por ello la artesanía está un poco desvalorizada, pero este tipo de ferias logra de a poco devolverle valor", sostuvo Pepino.
La feria, además de ser un espacio de venta, otorga premios a los artesanos en diferentes categorías y los productos galardonados pasan luego a formar parte del patrimonio del Museo Iberoamericano de Artesanías, de Córdoba (centro de Argentina), propiedad de Fundart. EFE