Jairo Mejía
Tokio, 23 oct (EFE).- El Salón del Automóvil de Tokio abrió hoy
oficialmente sus puertas hasta el 4 de noviembre para dar conocer
menos novedades que en años anteriores, aunque con la esperanza de
convertirse en un referente en motorización ecológica.
La ciudad de Tokio podrá disfrutar de su bienal del motor, a
pesar de que desde 2007 ha llovido mucho en el sector y que este
mercado, el tercero en el mundo, pierde fuelle y se salva de la
crisis de ventas por las ayudas gubernamentales a vehículos
ecológicos.
Tanto los periodistas extranjeros como los japoneses coinciden en
que el Salón de Tokio ha perdido protagonismo al no conseguir reunir
nada más que a dos pequeñas marcas extranjeras, Lotus y Caterham,
algo que no sucedía desde hace 45 años.
Con la mitad de espacio y participantes que en 2007, muchos ya
coinciden en que el Salón del Automóvil de Shanghai se ha consagrado
como la principal muestra del motor en Asia, al tiempo que China,
como dijo recientemente el presidente de Toyota, Akio Toyoda, pasa a
ser el primer mercado mundial.
La alternativa que ofrecen los fabricantes nipones en este Tokio
Motor Show 2009 a su particular crisis son los más avanzados
prototipos en motores ecológicos, tanto híbridos como eléctricos, en
un mundo cada vez más preocupado en reducir emisiones de CO2.
Toyota, el primer fabricante mundial de automóviles, confía en
que su Prius se convierta en éxito de ventas en otros países, tal y
como ha sido en Japón en lo que va de año, al proclamarse el modelo
más vendido en la primera mitad de 2009 y el coche del año.
Para el padre del primer híbrido comercializado en masa en el
mundo y vicepresidente ejecutivo de Toyota, Takeshi Uchiyamada, este
sistema será la base sobre la que se edificarán nuevos modelos como
el sedan Sai o el deportivo Lexus LF-Ch, presentados en esta 41
edición del Motor Show.
Nissan confía, como demuestra en el Salón con el Leaf, en que el
futuro en Japón, Europa y Estados Unidos será para los coches
eléctricos, después de que la demanda de vehículos se hundiera por
la crisis y los gobiernos ofrecieran planes de estímulos a
alternativas "verdes".
Nissan, Honda y Mitsubishi creen que los vehículos eléctricos
tienen cabida en las primeras economías mundiales, a la espera de
que nazca una infraestructura suficiente para poder rodar sin miedo
a que falte batería.
Japón es uno de los países que tiene las mejores perspectivas
para reconvertirse en eléctrico, ya que los descuentos sobre este
tipo de propulsión pueden llegar a rebajar el precio un 35 por
ciento.
Asimismo, la cada vez mayor concentración de la población en las
ciudades y el aumento de los desplazamientos cortos, uno de las
razones que contemplan los analistas como causa de las menores
ventas de vehículos convencionales, podría ir a favor del coche
eléctrico.
Como el propio Uchiyamada aseguró en el Motor Show, Toyota
contempla la posibilidad de comercializar vehículos eléctricos a
partir de 2012 para trayectos cortos.
No obstante, los planes para abaratar esta y otras tecnologías,
como el motor eléctrico por el que apuestan Nissan y Honda, están
amenazados por el la apreciación del yen y la crisis económica, que
han hundido a los fabricantes japoneses en los peores resultados de
sus historia.
En plena recuperación, Toyota y Nissan han adelantado que tienen
planes de trasladar parte de su producción de Japón a otras plantas
en el extranjero, mientras que las ventas mejoraron estos meses para
casi todos los fabricantes de automóviles japoneses gracias al
mercado chino.
La mejora de los resultados trimestrales, que gran parte de los
fabricantes japoneses esperan presentar los próximos días, se ha
visto impulsada por las ventas en los países emergentes por delante
de sus mercados tradicionales, donde otros como Hyundai han tomado
la delantera.
Como el propio Uchiyamada reconoció, los vehículos ecológicos
estarán enfocados a Europa, Estados Unidos y Japón, mientras que el
grueso de sus ventas será la motorización de combustión tradicional
para conquistar a los crecientes mercados emergentes y en especial
China, la India y Brasil. EFE