Beta mide el riesgo o la volatilidad del precio de las acciones de una empresa en comparación con el mercado en su conjunto. Por ejemplo, una empresa con una beta de 1,1 teóricamente verá aumentar el precio de sus acciones un 1,1% por cada 1% que suba el mercado. Dicho de otro modo, si se espera que el mercado en general rinda un 8%, una acción con una beta de 1,5 debería rendir un 12%.
Beta es una métrica importante utilizada en el
Modelo de valoración de activos de capital (CAPM)
para calcular eficazmente el coste de los fondos propios de una empresa que, a su vez, se aplica en numerosos modelos de valoración.
La beta de una empresa puede calcularse a partir del mercado. Sin embargo, dado que el apalancamiento (deuda) puede tener un impacto significativo en el precio de las acciones de una empresa, es necesario desapalancar la beta para eliminar estos efectos.
La beta no apalancada puede entonces analizarse comparándola con las betas no apalancadas de empresas que operan en un sector similar. Esto permite al analista seleccionar la beta adecuada que represente el verdadero riesgo de operar en ese sector. Este proceso se ilustra a continuación.
Aswath Damodaran, profesor de la NYU Stern, también publica Betas de la Industria.
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