Estrategias de Inversión: El mercado continuo

Una estrategia de inversión en bolsa es un conjunto de reglas y criterios cuya finalidad consiste en que te proporcione un aviso de si un mercado es interesante para comprar o para vender.

Dicha estrategia de inversión ha de ser lo más objetiva posible, de cara a que no tengas que estar interpretando si ha dado señal de compra o no. Y por supuesto, sencilla de entender y de aplicar. La regla de que lo sencillo siempre funciona mejor es oro en el mundo de las inversiones. De esta manera, logramos evitar la arbitrariedad y la improvisación, elementos muy dañinos en las inversiones.

Elaborar tu estrategia de inversión no es algo que se haga en un momento, requiere tiempo, prueba y error. Una vez adquieras los conocimientos necesarios, tendrás que ir probando estrategias que se adapten a tu perfil de inversor y para ello la mejor manera es practicarlo todo en una cuenta demo de broker, con dinero ficticio.

De esta forma podrás testar a lo largo del tiempo tus estrategias y ver cuál se adapta mejor a tu estilo y filosofía de inversión.

De cara a seleccionar tu estrategia de inversión en bolsa, tienes que tener en cuenta dos  elementos importantes y adaptar tu estrategia de inversión a ellos.

• Perfil de riesgo conservador: inversores que no quieren asumir demasiado riesgo y optan por arriesgar poco a cambio de obtener menores ganancias potenciales. Lo ideal es invertir la gran parte del capital en renta fija y en productos garantizados y en todo caso una mínima parte en renta variable (renta fija vs. renta variable).
• Perfil de riesgo moderado: inversores que quieren asumir un poco más de riesgo que los conservadores de cara a poder obtener algo más de ganancias potenciales. Pueden invertir la mitad del capital en renta fija (bonos) y la otra mitad en renta variable (acciones).
• Perfil de riesgo agresivo: inversores que no temen el riesgo y buscan rentabilidades potenciales interesantes. Todo el capital se invierte en renta variable (acciones, índices, divisas, materias primas, criptomonedas, etc).

• Intradía: operaciones que se abren y se cierran en el mismo día, en la misma sesión. Por tanto, la duración de las operaciones puede ir desde segundos y minutos a varias horas.
• Swing trading: El Swing Trading es una operación que consiste en comprar y vender a los pocos días, por ejemplo 2-3 días.
• Corto plazo: las operaciones suelen durar desde pocos días hasta varias semanas.
• Medio plazo: la duración de las operaciones ya es mayor y abarca desde un mes a un año.
• Largo plazo: operativa con una duración de las operaciones superior a un año, generalmente entre uno y cinco años.
• Muy largo plazo: aquí la operativa ya tiene una duración superior a los cinco años.

Existen 3 tipos de gestión de inversión:

Busca batir al mercado, lograr unos rendimientos mejores. Para ello no se trata de “copiar” al mercado y comprar las acciones que componen por ejemplo un índice bursátil, sino buscar y seleccionar acciones que puedan hacerlo mejor.

A nivel de fondos de inversión, los gestores, ya que buscan hacerlo mejor que el mercado, cobrarán unas comisiones más elevadas.

La ventaja que tiene es que disponemos de un espectro muy elevado de activos donde escoger para invertir.

En contra, aparte de las comisiones, tenemos que llevar más tiempo, esfuerzo y trabajo, puesto que tendremos que analizar las acciones del mercado, ver cuándo comprar, a qué precio, cuándo vender, etc.

Además, hay que tener en cuenta que si bien en el mejor de los casos lograremos mejores resultados que el mercado, en el peor obtendremos un peor rendimiento y mayores pérdidas, de manera que no todos los inversores están capacitados para ello, se requiere conocimientos y experiencia.

Ejemplo de gestión activa: imaginemos que queremos invertir en valores del índice Dow Jones, el cual está formado por 30 acciones. Analizamos las 30 compañías y vemos que 12 merecen la pena ser compradas. De esta manera, en vez de haber invertido en las 30 acciones, lo hemos hecho en 12.

Su filosofía se basa en que no se puede batir al mercado a la larga, que podemos lograrlo a corto plazo, pero no de manera consistente. Es por ello que consiste en comprar y mantener una serie de acciones que imiten intencionadamente el comportamiento de un índice bursátil.

A favor tiene que no supone un trabajo o esfuerzo adicional, ya que no tenemos ni que buscar ni analizar mercados, simplemente compramos las acciones de un índice bursátil, además de ser una operativa sencilla y tranquila.

Y lo más importante, la historia nos muestra que los fondos de inversión no baten al mercado a lo largo del tiempo, solo el 10% en el mejor de los casos.

En contra tendremos que si el mercado está bajista, perderemos (aunque una gestión activa dentro de un mercado bajista tampoco te asegura ganancias).

Ejemplo de gestión pasiva: siguiendo el ejemplo anterior, queremos replicar el comportamiento del Dow Jones. Pues lo que hacemos es comprar las 30 acciones que forman el índice, de manera que obtendremos la misma rentabilidad, positiva o negativa, del índice.

Es la gestión preferida de Warren Buffett. Consiste en seleccionar unas cuantas acciones que tengan buenas probabilidades de obtener rendimientos interesantes a largo plazo (por encima de la media del mercado), de manera que la cartera se centra esencialmente en esas acciones y se mantienen a largo plazo frente a cualquier contratiempo que surja en el corto o medio plazo.

• Las acciones han de cumplir 2 criterios: la compañía ha de funcionar bien y está bien gestionada y dirigida.
• Las acciones están infravaloradas.  

La idea es que es preferible poseer un pequeño número de compañías destacadas que se comprendan bien, en vez de poseer un gran número de compañías que no conocemos en profundidad:

• Un número razonable sería entre 10 y 20 acciones y que el 85% del valor total de la cartera debería de estar concentrado en 15 de esas compañías.
• El horizonte a largo plazo ha de ser mínimo de 5 a 10 años

También a la hora de gestionar una inversión, podemos optar por utilizar dos tipos de análisis.

Mediante este análisis se pueden predecir los movimientos de los precios a partir de datos históricos, estadísticas de mercado y patrones de precios.

Se basa en la idea de que identificando patrones previos, podemos predecir los movimientos futuros de los precios y para ello basta con mirar y analizar el gráfico de cotización.

En el análisis técnico se utilizan indicadores técnicos (RSI, MACD, Estocástico, etc), medias móviles, soportes, resistencias, canales, directrices, patrones (triángulos, banderas, etc).

No se necesita mirar gráficos ni analizarlos, ya que se basa en la oferta y en la demanda, La finalidad es averiguar de forma realista el valor intrínseco del mercado.

Si ese valor intrínseco está por encima del precio del mercado, significa que el mercado está infravalorado y que poco a poco el precio debería de subir hasta alcanzar el valor intrínseco. 

Ejemplo: una acción cotiza a 10 euros y su valor intrínseco es 14 euros.

Ejemplo: una acción cotiza a 10 euros y su valor intrínseco está en 8 euros.

El caso contrario supondría que el mercado está caro y sobrevalorado y que no conviene comprar. 

Vamos a ver algunas de las estrategias de inversión más populares entre los inversores.

Se basa en comprar acciones infravaloradas, que cotizan a un precio bastante inferior a su valor intrínseco (valor teórico que debería de tener una empresa en base a sus fundamentales) y cuya valoración es inferior a su valor en libros.

Así pues, consiste en buscar acciones infravaloradas atendiendo a sus fundamentales, una vez encontradas se compran y se espera a que con el tiempo el mercado vaya colocando su precio donde le corresponde.

El potencial de revalorización de las acciones valor se llama margen de seguridad y es  la diferencia entre el valor intrínseco y el precio de cotización. Pero no es suficiente  que el precio de una acción sea inferior a su valor intrínseco, la diferencia ha de ser como mínimo de un 30%.

Consiste en invertir en empresas growth, aquellas ligadas al mundo de las startups y del ámbito tecnológico, compañías que se están expandiendo rápidamente, que no reparten dividendos ni recompran acciones porque reinvierten todas las ganancias en su negocio para seguir creciendo.

Se trata de invertir en compañías de nueva creación, de sectores muy concretos, que están creciendo y expandiéndose y que pueden innovadoras en sus respectivos sectores.

Se trata de inversiones con un horizonte temporal inferior al de acciones valor (value) y el potencial teórico de ganancias es mayor, aunque también el riesgo de pérdidas.  

Es una estrategia de inversión a medio camino entre la inversión en valor y la inversión en crecimiento. 

Busca encontrar e invertir en aquellas acciones que se encuentran al alza pero a un precio moderado, no muy elevados pero tampoco con un gran descuento.

Consiste en comprar las 10 compañías que cotizan en un índice bursátil y que tienen un mayor rendimiento por dividendo al finalizar la última sesión del año. Compramos el mismo número de acciones de cada una de las 10 compañías, y esas acciones las mantenemos sin vender todo el año.

De esta manera tendremos una cartera de inversión equilibrada y con el punto a favor de que ofrezca una interesante rentabilidad por dividendo.

• Las acciones llamadas aristócratas del dividendo son aquellas que han incrementado el dividendo durante mínimo 25 años seguidos.
• Las acciones denominadas reyes del dividendo son aquellas que han incrementado su dividendo durante un plazo de al menos 50 años.

Invertir en acciones que reparten dividendos se puede hacer de varias maneras, la mejor sin duda alguna es mediante fondos de inversión y ETFs especializados en ello, por ejemplo:

• S&P500 Quality High Dividend
• S&P Europe 350 Dividends Aristocrats
• Vanguard Dividend Appreciation
• SPDR S&P Dividendos

Mediante estos fondos de inversión de gestión pasiva, puedes invertir en un mercado de manera sencilla, con muy bajas comisiones y sin tener que hacer nada.

Imagina que quieres invertir en un índice bursátil, sea el que sea (por ejemplo el S&P 500 o el Ibex 35). En vez de tener que comprar todas las acciones del índice y además en la proporción necesaria para tener tu cartera el mismo peso en cada acción como hace el índice, lo que haces es comprar un ETF que replique a dicho índice.

Si el índice sube en el año un 15%, ganas un 15%. Si baja un 6% pierdes un 6%. 

Esta estrategia es para el medio o largo plazo y consiste en invertir en acciones muy expuestas a fluctuaciones causadas por el ciclo económico, de manera que se compran cuando nos encontramos en la parte baja del ciclo, que es cuando están sufriendo y están más baratas, y se venden cuando el ciclo económico está finalizando o cerca de su fin.

Generalmente se trata de acciones bancarias y financieras, acciones de compañías de consumo de bienes duraderos, etc.

Sería comprar acciones de compañías que están sufriendo y están cayendo en Bolsa debido a un hecho concreto y puntual.

Por tanto, la caída de sus acciones es algo temporal y podemos comprar aprovechando que el precio es más bajo.

La idea es que ese hecho temporal no durará mucho y que cuando desaparezca, el precio de las acciones volverá a subir.

Utilizando el análisis técnico, podemos tener unas estrategias muy interesantes. Vamos a ver algunas de ellas, pero solo aquellas que están destinadas a comprar activos (solo veremos una que es para vender): 

En realidad, esta estrategia lo que hace es confirmar que la subida actual sigue vigente y seguramente continuará, de manera que es una especie de corroboración de la actual tendencia alcista.

Se utilizan dos medias móviles: la de 50 y la de 200 días.

Cuando la media móvil de 50 días corta al alza la media móvil de 200 días se ha producido el cruce dorado.

Se trata de una estrategia bajista, de manera que sirve para saber cuándo cerrar una compra o bien para aquellos inversores que quieren entrar en el mercado posicionándose bajista (lo que se llama operar en corto).

Se utilizan tres medias móviles que son: la de 4,18 y 40 días.

La señal de venta se generaría cuando la media de 4 cortase a la baja la media de 18 y la media de 40. Por tanto, la media de 4 tendrá que estar por debajo de las otras dos medias móviles.

Un soporte es un nivel del precio donde el interés de los compradores es superior al interés de los vendedores. Esto implica que hay más órdenes de compra que de venta, por lo que generalmente cuando el precio cae y llega a un soporte, no solo detiene y frena la caída, sino que asistimos a un rebote o impulso al alza del precio.

La estrategia de inversión consiste en comprar cuando el precio llega a un soporte. 

Criterios para saber si es un soporte fuerte:

• Número de veces puesto a prueba: cuanto mayor sea el tiempo que actúa el precio en el soporte, más fuerte es el soporte.
• Tiempo transcurrido: la distancia temporal desde el momento actual hasta el periodo en que se formó el nivel. A mayor tiempo, más fortaleza.
• Volumen: cuanto mayor volumen se haya negociado en el nivel de soporte, más fuerte será.

Es una formación que se caracteriza porque tiene dos zonas horizontales y paralelas entre ambas. La zona de arriba es la resistencia mientras que la zona de abajo es el soporte.

Cuando el mercado está lateral, el precio tiende a moverse todo el tiempo dentro del rango del rectángulo, es decir, se mueve entre el soporte y la resistencia, de manera que no comenzará una tendencia alcista hasta que el precio rompa por arriba la resistencia, momento en el cual se compra.

Esta estrategia se basa en la secuencia de Fibonacci, que es una serie de números en la que cada número es la suma de los dos números precedentes (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, etc).

Hoy en día todos los gráficos te permiten calcular esos niveles rápidamente, de forma muy sencilla, automática y gratis.

Una vez calculados, los niveles Fibonacci son zonas en las que cuando el precio cae y llega, se puede comprar, ya que actúan como soportes.

Consiste en utilizar el indicador RSI, que los gráficos te permiten hacerlo de manera gratuita, sencilla y automática.

Se trata de un indicador que nos avisa si el mercado entra en sobrecompra o bien en sobreventa, momentos en los cuales generalmente la dirección del precio cambia y se gira.

Cuando el RSI se encuentra en 20 o por debajo de 20, está avisando que el mercado está en sobreventa y que puede ser un buen momento para comprar.

Los gráficos te permiten gratuitamente colocar sobre ellos medias móviles de manera muy sencilla.

La idea es que si el precio del mercado está por encima de la media móvil significa tendencia alcista, si está por debajo significa tendencia bajista.

Las mejores de corto plazo son las medias de 10 y 20 y 50 días. Las mejores para un horizonte temporal mayor son las de 100 y 200 días.

No es tan fiable el hecho de comprar cuando el precio del mercado supera una media móvil al alza como cuando se produce un cruce de medias. Es por ello que lo ideal sería coger dos medias móviles y cuando se crucen al alza compramos. Por ejemplo, las medias móviles de 10 y 20 días en gráfico diario son geniales para el medio y largo plazo, en gráficos de 1 y 4 horas son buenas para el corto plazo.

Recibe este nombre debido al dibujo que se crea en las gráficas sobre el precio. El precio empieza a caer, toca fondo y acto seguido vuelve al alza, dibujando una V.

Una vez el precio empieza a subir y vemos la forma en V del patrón, esperamos a que el precio rompa por arriba el nivel donde empezó a dibujarse esta figura.

El precio se va moviendo dentro del rango del triángulo, el cual está formado por una directriz inferior que es alcista y por una directriz superior que es bajista. De esta manera, podemos decir que los máximos son decrecientes y los mínimos son crecientes.

Es un patrón de continuación de la tendencia, de manera que el mercado está alcista, se toma un respiro (momento que forma el triángulo) y cuando lo rompe por arriba, es decir, cuando el precio supera la directriz bajista del triángulo, genera señal de compra y continuación de la tendencia alcista previa.

Existe una manera muy sencilla de invertir, con una amplia gama de variedad y con distintos tipos de estrategias de inversión. La herramienta de inversión premium InvestingPro te da muchas facilidades y trae la complejidad de los análisis del mercado de valores a tus manos, de forma sencilla y con un potencial muy alto.

– Te ofrece muchas carteras de inversión que puedes copiar y replicar. Por ejemplo, tienes una cartera con acciones que superan al S&P 500, otra con acciones infravaloradas, otra con acciones del Dow Jones, una cartera con compañías de Mid-cap, incluso puedes acceder a la cartera de acciones de Warren Buffett. 

Podrás ver las acciones de cada cartera, una vez al mes se realizan los cambios que sean necesarios y podrás verlo también. Los resultados dicen que estas carteras a largo plazo han batido ampliamente al mercado.

– Gracias a la herramienta de inversión premium de InvestingPro, podrás saber qué acciones del mundo están infravaloradas atendiendo a su fair value o precio por fundamentales. Tendrás la posibilidad de crear una cartera de inversión lo más óptima posible y que más se adapta a tus necesidades y perfil de inversor. Si el precio de cotización de una acción está por debajo de su fair value, significa que está infravalorada y que puede ser interesante de comprar.

En este ejemplo sacado directamente de InvestingPro, tenemos las acciones de una compañía que cotizan a 64,06 dólares y su fair value es 77,23 dólares, lo que supone una infravaloración del 20,6%.

– Tendrás acceso a las valoraciones y opiniones que los institucionales emiten sobre las acciones, si recomiendan comprar, mantener o vender, qué precio objetivo le dan y por qué. Esta información te dará mayor seguridad y control sobre tus inversiones.

– Puedes seleccionar acciones en base a muchos criterios interesantes. Por ejemplo, puedes pedirle a InvestingPro que te muestre acciones de Estados Unidos que estén baratas atendiendo a su PER, o bien acciones europeas que hayan presentado buenos resultados, o acciones con una mayor rentabilidad por dividendo, acciones que cuentan con una buena salud financiera, acciones con mayor volatilidad o menor, por beta, por riesgo, etc. Las posibilidades son muy elevadas, tú eliges el criterio y al momento tienes las acciones.

Los objetivos financieros son metas concretas que nos fijamos y que nos ayudan a crear y organizar un plan de acción. No son perpetuos, ya que a lo largo de nuestra vida van variando según nuestras necesidades. 

Atendiendo al factor temporal de su necesidad, pueden ser objetivos a corto, a medio y a largo plazo. Esto delimitará el horizonte temporal de tus estrategias de inversión.

Hemos de tener muy claro cuál es nuestro perfil de riesgo, ya que en función de ello la las inversiones serán diferentes.

Dos elementos entran en juego en esta ecuación: ganancia potencial y riesgo dispuesto a asumir. La regla es sencilla, a mayor riesgo asumido, mayor ganancia potencial. Y viceversa, cuanto menos riesgo asumamos, menos ganancia potencial.

Cuanto más tiempo te quede hasta tu jubilación, más agresivo podrás ser, a medida que se vaya acercando el momento habrás de ser más moderado y cuando te quede poco para jubilarte deberás ser más conservador.

Al principio, cuando no eres un experto, comienza con acciones grandes o medianas sin mucha volatilidad. Luego ya podrás ir adquiriendo todo tipo de acciones y en función de tu perfil, dar el salto a otros activos (índices, divisas, criptomonedas, materias primas).

Escoge un broker serio, profesional, con gráficos, todo tipo de mercados y órdenes, que esté debidamente regulado.

Antes de abrir una operación no te preguntes cuánto puedes ganar, sino cuánto podrías perder. Si es aceptable, adelante.

Esa es la regla de oro.

Tres elementos cruciales si quieres tener éxito en los mercados.