El dinero no es gratis, tiene un coste que está determinado por los bancos centrales y recibe el nombre de tipos de interés. Los tipos de interés hacen referencia a la cantidad que se abona en un periodo de tiempo por el capital invertido en ese momento. Entre estos bancos centrales podemos destacar algunos de ellos por su fuerza e importancia histórica, por ejemplo en Europa el Banco Central Europeo, en Estados Unidos la Reserva Federal, en Rusia el Banco central de la Federación Rusa o en Inglaterra el Banco de Inglaterra.
Históricamente, se consideraba algo injusto, pero con el paso del tiempo se ha convertido en una de las variables más importantes de la economía. Por norma general, unos tipos de interés altos incentivan el ahorro y unos tipos de interés bajos incentivan el consumo, aunque también ocurren variaciones a esta afirmación.
Cada año, los principales bancos centrales del mundo ajustan los tipos de interés según la evolución de la economía de cada país y la economía mundial.
En el siguiente gráfico interactivo, podrá ver la evolución de los tipos de interés a lo largo de la historia. Fíjese en el predominio en un inicio de los bancos centrales BOE Y FED y cómo más adelante entra el ECB con la llegada del Euro y el gigante Ruso (CBR).