Qué es el trading y cómo funciona

El trading es un tipo de operativa bursátil que consiste en la compraventa de activos cotizados (activos con suficiente liquidez para ello) en un mercado financiero. Su objetivo es obtener un beneficio positivo en un corto periodo de tiempo, beneficio que se denomina plusvalía. 

El trading se caracteriza por su carácter especulativo, ya que se trata de operaciones de compraventa cuya duración u horizonte temporal es reducido. 

El trading se puede hacer en las dos direcciones de la tendencia del mercado: 

1. Tendencia alcista: se compra un activo a un determinado precio y se vende a un precio superior. 
2. Tendencia bajista: se vende un activo a un determinado precio y se recompra a un precio inferior. 

Las nuevas tecnologías permiten hoy en día operar y hacer trading mediante plataformas online especializadas y actúan como brokers online o intermediarios. La ventaja es que los costes económicos son más reducidos, el proceso es más sencillo, rápido, ágil y dinámico, y se puede llevar a cabo desde cualquier parte puesto que tan solo se necesita tener un ordenador o una tablet o un teléfono móvil.

Hemos visto que una de las características del trading es su carácter especulativo al tratarse de operaciones de compraventa en el corto plazo, en un marco temporal reducido. Esto es precisamente una de las diferencias entre trading e inversión. 

• Trading: la operación se realiza con vista a un plazo temporal corto de tiempo. Existen tres tipos:
  • Scalping: la duración de las operaciones, desde que se abre hasta que se cierra puede durar desde segundos hasta minutos. El objetivo es obtener ganancias muy pequeñas arriesgando muy poco y la idea es realizar un buen número de operaciones a lo largo del día. Para ello se requiere tener un broker rápido, con comisiones muy reducidas y tener buenos conocimientos sobre qué es Scalping y los riesgos que corres al practicar esta técnica. 
  • Intradía: consiste en operaciones que se abren y se cierran en la misma sesión, pudiendo durar desde minutos hasta horas. 
  • Swing: busca hacer operaciones cuya duración va desde un día a varios días o incluso algunas semanas. 
• Inversión: la operación tiene un horizonte temporal más amplio, medio o largo plazo, con lo que el carácter especulativo es mucho menor. Existen dos tipos:
  • Medio plazo: horizonte temporal que no es del trading pero menor de 12 meses. 
  • Largo plazo: horizonte temporal superior a los 12 meses. 

Atendiendo a la filosofía del trader, el trading puede ser de dos clases: 

1. Direccional o tendencial: se invierte en la dirección del mercado, de manera que si un mercado está alcista se compra buscando que su precio siga subiendo y posteriormente se vende a un precio mayor, obteniendo una plusvalía. 
2. Antitendencial: este tipo de operativa busca los giros o cambios en la dirección del mercado. Por ejemplo, si un mercado está bajista y llega a un nivel de soporte importante, el trader buscará comprar en dicho nivel esperando que rebote al alza.

Prácticamente se puede hacer trading en casi todo: 

• Acciones 
• Índices 
• Divisas 
• Materias primas 
• Bonos 
• Criptomonedas 
• Volatilidad 

Lo recomendable es elegir los mercados para trabajar en función del capital que se tenga y del perfil de riesgo. Un inversor principiante debería de comenzar con las acciones. En una segunda fase ya podría utilizar vehículos como los futuros y los cfds para invertir en índices, divisas y materias primas. Por tanto, si se está empezando es mejor hacerlo invirtiendo en acciones. Y sea el mercado que sea el seleccionado, es importante que el spread u horquilla sea lo más cerrado posible y que no tenga una excesiva volatilidad.

¿Se puede vivir del trading? La respuesta es sí, se puede vivir del trading, pero con muchos matices. Partimos de la base de que el trading es una profesión, es un trabajo, por lo que la primera idea a resaltar es que no todo el mundo es válido y sirve para ello. Una persona puede ser un buen abogado y en cambio no servir para ser médico, por ejemplo. Esto es importante porque todo el mundo piensa que puede ser trader profesional y no es así.

Hay un dicho en Wall Street: cualquier sistema de trading es rentable si se lleva a cabo una correcta gestión del riesgo. Así pues, una mala gestión del riesgo arruina el mejor sistema de trading. Y la gestión del riesgo se lleva a cabo con la utilización de los stop loss. 

La psicología es el 80% del éxito, el 20% restante es el conocimiento y la experiencia. Si una persona no sirve mentalmente para el trading es mejor que abandonen. 

1. Elementos inmateriales
   1. Formación: como toda actividad requiere de un aprendizaje teórico (cursos, seminarios, libros, páginas webs y blogs).
   2. Práctica y experiencia: una vez adquiridos los conocimientos teóricos se ha de coger rodamiento y para ello se empezará primero con las demos de los brokers y posteriormente operando con dinero real (pequeñas cantidades).
   3. Tiempo y paciencia: los resultados no llegan de la noche a la mañana, se necesita tiempo, paciencia, disciplina y constancia.
2. Elementos materiales
   1. Un ordenador y conexión a internet
   2. Un broker serio, profesional, barato, especializado en los mercados que se vaya a operar, regulado y con buena atención al cliente.
   3. Capital: el primer paso es disponer de un colchón económico suficiente que no necesitemos, es decir, que si lo perdemos no nos vaya a cambiar la vida.

Un trader es aquella persona que compra y vende activos financieros, especulando con la evolución del precio de dichos activos con el objetivo de obtener beneficios. 

Hay dos tipos de traders:

1. El trader independiente: Es un trader por cuenta propia, es decir, que invierte su propio dinero. Desde el auge de Internet, los traders desde casa son cada vez más numerosos, ya que el objetivo del trading online es que todos tengan acceso a los mercados.
2. El trader asalariado: Opera para terceros con el capital de sus clientes o empresa financiera.

Un trader tomará sus decisiones de inversión y definirá sus estrategias operativas y para ello dispone de algunos elementos como:

1. Análisis técnico: estudia los movimientos bursátiles a través de gráficos e indicadores basados en el precio de las cotizaciones.
2. Análisis fundamental: estudia los precios de los activos financieros en función de las variables financieras que les afectan. De tal forma que calcula cuál es el precio teórico que un activo debe tener. 
3. Análisis macroeconómico: estudia los movimientos bursátiles en función de variables macroeconómicas, como por ejemplo el producto interior bruto, los tipos de interés, inflación, política monetaria, desempleo, etc.