Conoceremos en profundidad qué es el euro digital, su origen, su objetivo, qué podremos hacer y qué no hacer con él, así como todas las ventajas que aportará, al igual que todos los retos, desafíos y desventajas que presenta.
Qué es el euro digital
Si algo tiene la innovación es que con ella llegan cambios que inciden directamente en nuestra forma de vida, generalmente mejorándola, aunque al comienzo pueda resultar un poco confuso. Es lo que tienen los cambios, sobre todo los tecnológicos.
Una de las novedades se refiere a la digitalización de la economía y viene de la mano del Eurosistema, que pretende implementar el Euro Digital con la finalidad de que sea un medio de pago, de manera que sería complementario con el pago en efectivo.
Después de tres años, el Banco Central Europeo ha decidido lanzar la fase final para poner en marcha su nuevo proyecto. Ahora acaban de entrar en una nueva fase de Euro Digital, la de preparación, que tendrá una duración inicial de dos años.
En efecto, el euro digital sería un medio de pago, que no tendría ningún coste asociado, que se podría realizar en cualquier parte dentro de la zona del euro, y todo ello con seguridad y privacidad.
- El tema es sencillo: el Eurosistema emitiría euros digitales y tanto las personas como las empresas podrían utilizarlos para realizar pagos. La diferencia con el dinero en efectivo es que los euros digitales no son algo físico, no se llevan en la billetera o en el monedero, sino que se encuentran en una especie de monedero electrónico que crearía nuestro banco. A la hora de pagar se haría con tarjeta o con teléfonos móviles e incluso no sería necesario tener conexión a internet.

Cuatro cuestiones importantes a tener en cuenta con el euro digital
- Conviene no confundir el euro digital con las criptomonedas, ya que son conceptos diferentes. La principal diferencia es que el euro digital sí está respaldado por un banco central, cosa que no sucede con las criptomonedas. Eso significa que el banco central se encarga de mantener el valor del dinero. Además, el hecho de que las criptomonedas no tengan respaldo bancario implica que no son gestionadas por instituciones financieras y no existe garantía de que puedan ser canjeadas por dinero en efectivo cuando se quiera. Además, la tenencia de euros digitales no sería remunerada y, por tanto, no serían un medio de ahorro tampoco.
- La finalidad del euro digital es actuar como medio de pago a la hora de adquirir bienes o servicios. En cambio, no es un medio para inversiones financieras.
- Un euro digital y una moneda de 1 euro valen lo mismo. Es decir, un euro físico y un euro digital tienen exactamente el mismo valor.
- Su tenencia no será infinita, de manera que las autoridades limitarán el saldo máximo que se puede tener en euros digitales. El BCE aún no ha establecido cuánto sería ese máximo, aunque se estuvo debatiendo en su momento 4.000 euros por persona. De todas maneras, ningún pago se rechazará aunque se supere el límite de tenencia y se podrán hacer operaciones por un importe superior al saldo máximo. ¿Cómo?
- Si una persona recibe un pago que supera el saldo máximo, se traspasaría automáticamente el exceso a una cuenta de pago vinculada.
- Si una persona realiza un pago que supera el saldo máximo, el pago se vincularía automáticamente a una operación previa de recarga de euros digitales desde la cuenta de pago asociada.
Ventajas del euro digital
Podemos enumerar las siguientes ventajas del euro digital:
1. Eficiencia en Pagos
El euro digital permitiría realizar pagos casi instantáneos en cualquier momento y lugar dentro de la Eurozona. A diferencia de las transferencias bancarias tradicionales, que pueden tardar horas o incluso días en procesarse, el euro digital funcionaría en tiempo real, lo que facilitaría el comercio, reduciría los tiempos de espera y optimizaría las operaciones comerciales y personales. Además, podría integrarse fácilmente en plataformas digitales y aplicaciones móviles, agilizando el comercio electrónico y las transacciones entre particulares.
2. Reducción de Costos
Actualmente, el sistema financiero tradicional implica costos elevados debido a la participación de múltiples intermediarios (bancos, procesadores de pagos, redes de tarjetas, etc.). Con el euro digital, muchas de estas tarifas podrían reducirse o eliminarse, ya que los pagos podrían realizarse de manera directa entre las partes, sin la necesidad de intermediarios financieros. Además, la gestión del efectivo físico (impresión, transporte, almacenamiento y distribución de billetes y monedas) tiene costos significativos para los bancos y gobiernos, que podrían disminuir con la adopción de una moneda digital.
3. Inclusión Financiera
El euro digital podría beneficiar a personas que actualmente no tienen acceso a cuentas bancarias o servicios financieros tradicionales. Esto es particularmente importante para personas de bajos ingresos, inmigrantes, o quienes viven en zonas rurales donde los bancos tienen una presencia limitada. Un sistema de pagos digitales respaldado por el Banco Central Europeo permitiría a cualquier ciudadano europeo participar en la economía digital sin necesidad de depender de instituciones privadas.
4. Seguridad Mejorada
El dinero en efectivo puede perderse, ser robado o falsificado, mientras que los sistemas de pago tradicionales pueden ser vulnerables a fraudes cibernéticos. Un euro digital respaldado por el BCE incorporaría las últimas tecnologías de cifrado y autenticación, lo que dificultaría el fraude y el robo de dinero digital. Además, al estar diseñado por una institución pública, su seguridad sería prioritaria, reduciendo el riesgo de colapsos o fraudes como los que se han visto en algunas plataformas privadas de criptomonedas.
5. Estímulo a la Innovación
El euro digital abriría nuevas oportunidades para la creación de productos y servicios financieros innovadores. Empresas fintech, bancos y desarrolladores podrían aprovechar su infraestructura para ofrecer soluciones más eficientes en pagos, créditos y ahorro. Esto impulsaría la digitalización de la economía y fomentaría la competencia en el sector financiero, beneficiando a consumidores y empresas con opciones más variadas y eficientes.
6. Política Monetaria
El Banco Central Europeo (BCE) podría utilizar el euro digital como una herramienta adicional para implementar su política monetaria de manera más eficaz. Por ejemplo, podría facilitar la aplicación de tipos de interés negativos o la distribución de estímulos económicos directos en tiempos de crisis. También permitiría al BCE tener un mejor control sobre la oferta monetaria, ayudando a mantener la estabilidad de precios y evitando problemas como la inflación descontrolada o la deflación.
7. Resiliencia del Sistema Financiero
En situaciones de crisis económicas o financieras, el euro digital podría actuar como un activo seguro y confiable, ya que estaría respaldado por el BCE. Esto reduciría la dependencia de los bancos comerciales y aseguraría la continuidad de los pagos incluso si hay fallos en el sistema bancario. Además, en casos de desastres naturales o ciberataques que afecten las infraestructuras bancarias tradicionales, un euro digital podría garantizar que las personas y empresas sigan teniendo acceso a sus fondos y puedan realizar transacciones esenciales.

Desventajas del euro digital
El euro digital también presenta desafíos y posibles desventajas. A continuación enunciamos los principales inconvenientes:
1. Pérdida de Privacidad
A diferencia del dinero en efectivo, que permite transacciones anónimas, el euro digital dejaría un rastro digital de todas las operaciones. Aunque el Banco Central Europeo (BCE) asegura que respetará la privacidad de los usuarios, la posibilidad de que gobiernos u organismos supervisen transacciones puede generar preocupaciones sobre la vigilancia financiera y el control excesivo. En situaciones extremas, esto podría dar lugar a restricciones o censura de ciertos tipos de pagos.
2. Impacto Negativo en los Bancos Comerciales
Si los ciudadanos prefieren mantener su dinero en euros digitales en lugar de en cuentas bancarias tradicionales, los bancos comerciales podrían enfrentar una reducción en sus depósitos, lo que limitaría su capacidad de conceder préstamos. Esto podría afectar la rentabilidad del sector bancario y obligar a los bancos a aumentar las tasas de interés de los préstamos o a cobrar más comisiones por sus servicios para compensar la pérdida de depósitos.
3. Riesgo de Corridas Bancarias
En tiempos de crisis financieras, las personas podrían retirar en masa su dinero de los bancos comerciales y convertirlo en euros digitales, considerados más seguros porque están respaldados por el BCE. Esto podría desestabilizar el sistema financiero y provocar una crisis de liquidez en los bancos tradicionales, dificultando el acceso al crédito y empeorando la recesión económica.
4. Desafíos Tecnológicos e Infraestructura
Para que el euro digital funcione de manera eficiente, se necesita una infraestructura tecnológica robusta, segura y accesible en toda la Eurozona. Esto implica costos elevados en desarrollo, mantenimiento y ciberseguridad. Además, existe el riesgo de fallos técnicos, ciberataques o interrupciones del servicio que podrían afectar el funcionamiento del sistema y la confianza del público en la nueva moneda digital.
5. Posibles Tasas o Límites de Uso
El BCE podría imponer restricciones en la cantidad de euros digitales que una persona o empresa puede poseer para evitar efectos negativos en los bancos comerciales. Esto limitaría su utilidad como alternativa al dinero tradicional. Además, podrían establecerse tasas de interés negativas sobre los saldos en euros digitales para incentivar el gasto en lugar del ahorro, lo que podría no ser favorable para todos los usuarios.
6. Exclusión Digital
No todas las personas tienen acceso a teléfonos inteligentes o internet, especialmente los adultos mayores o personas en áreas rurales con infraestructura digital limitada. Si el euro digital se convierte en un medio de pago ampliamente utilizado, quienes no puedan acceder a la tecnología necesaria podrían quedar excluidos de la economía digital, aumentando la brecha financiera y social.
7. Control y Poder del Estado sobre el Dinero
Un euro digital controlado por el BCE podría aumentar el poder del gobierno sobre la economía y la población. En escenarios extremos, los gobiernos podrían imponer restricciones en el uso del dinero digital, congelar cuentas o limitar ciertos tipos de transacciones. Aunque actualmente esto no es una amenaza inminente en la Eurozona, el potencial de un control excesivo sobre el dinero preocupa a algunos defensores de la libertad financiera.
8. Competencia con Otros Métodos de Pago
Existen ya múltiples opciones de pago digital, como tarjetas de crédito, billeteras electrónicas y criptomonedas. La adopción del euro digital no es automática y dependerá de si realmente ofrece ventajas superiores frente a estos métodos ya consolidados. Si el euro digital no logra diferenciarse lo suficiente, podría tener una adopción baja, limitando su impacto positivo en la economía.

Conclusión sobre el uso del Euro Digital en Europa
El euro digital representa un avance significativo en la modernización del sistema financiero europeo, ofreciendo ventajas clave como mayor eficiencia en los pagos, reducción de costos, inclusión financiera y seguridad mejorada. Su implementación podría fortalecer la resiliencia del sistema financiero, fomentar la innovación en el sector bancario y mejorar la efectividad de la política monetaria del Banco Central Europeo.
Sin embargo, también plantea desafíos importantes. La pérdida de privacidad, el impacto negativo en los bancos comerciales, el riesgo de corridas bancarias y la posible exclusión digital de ciertos sectores de la población son cuestiones que deben abordarse con cuidado. Además, su éxito dependerá de una infraestructura tecnológica robusta, una regulación equilibrada y su capacidad para competir con otros métodos de pago ya establecidos.
En definitiva, el euro digital tiene el potencial de transformar la economía europea, pero su implementación debe realizarse de manera gradual y con una estrategia bien definida para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios para ciudadanos, empresas y el sistema financiero en su conjunto. Será clave encontrar el equilibrio entre la innovación y la estabilidad, garantizando que esta nueva forma de dinero sea accesible, segura y beneficiosa para todos.