Dividendos: Qué son, cómo tributan y métodos de cálculo

El dividendo es un tanto por ciento de los beneficios que en el año completo ha obtenido una compañía y que decide, de manera voluntaria, repartir entre sus accionistas. 

Por tanto, cuando un inversor compra acciones de una compañía, en realidad pasa a ser “propietario” de una porción de dicha compañía, siempre en proporción al número de títulos que haya adquirido y que tenga en su poder. 

De esta manera, todo accionista de una compañía es “dueño” de una parte de la misma y si la propia compañía decide repartir dividendos, tiene derecho a percibirlos atendiendo siempre al número de títulos que tenga en cartera. 

Hemos mencionado que ninguna compañía está obligada a repartir dividendos entre sus accionistas. Pero si decide hacerlo, de manera voluntaria porque ha obtenido ganancias en el año, ha de seguir unos pasos obligatorios:

1. El Consejo de Administración es el órgano competente de la empresa que ha de proponer si reparten o no dividendos a los accionistas.
2. La Junta General de Accionistas es el órgano encargado de decidir y para ello vota a favor o en contra de ello.
3. En el caso de aprobar el reparto de dividendos, la compañía tiene que anunciar este hecho, concretamente la fecha de la entrega del dividendo, la cantidad a percibir por cada acción que se posea y la fecha de corte (qué día hay que poseer acciones para tener derecho a recibir el dividendo).

A parte de estos tres pasos obligatorios a la hora de repartir los dividendos entre los accionistas de la compañía, hay dos conceptos más importantes para entender mejor qué es un dividendo:

* Pay out: es el porcentaje de las ganancias que ha obtenido una empresa y que decide repartir entre sus accionistas. Por ejemplo, un pay out del 50% significa que la compañía repartirá el 50% de los beneficios obtenidos.

* Rentabilidad del dividendo: refleja qué cantidad de la inversión podemos recuperar únicamente con el reparto de dividendos. Por tanto, se puede decir que es una manera de calibrar la productividad de la inversión. Generalmente, se calcula sin descontar los impuestos, el dividendo bruto. Se expresa mediante un porcentaje y se calcula dividiendo los beneficios de la inversión entre el dinero invertido:

Fórmula: Rentabilidad (%) = (Beneficio /Cantidad invertida) * 100

Ejemplo: Las acciones de una compañía cotizan a 60 euros y decide pagar un dividendo de 1,5 euros por acción, tendrá una rentabilidad por dividendo de un 2,5% (1,5/60) x 100 = 2,5. El inversor ganará el 2,5% de su inversión inicial cada vez que la compañía reparta dividendos, con independencia de cuál sea el tamaño de su inversión.

Hay también situaciones en las cuales no se entregan dividendos a los inversores: 

• Si la empresa no ha obtenido beneficios en el año no puede repartir dividendos. Incluso si ha obtenido beneficios pero son pequeños, tampoco suele repartirlos. 
• Las compañías growth (de crecimiento) no suelen tampoco repartir dividendos, ya que su filosofía se basa en reinvertir en el negocio los beneficios que puedan ir obteniendo.

Entre los principales tipos de dividendos podemos enumerar los siguientes:

• Dividendos a cuenta de resultados: se reparten a los accionistas atendiendo a los beneficios que la empresa espera obtener, con lo que se entregan en base a unas previsiones futuras de beneficios, teniendo la consideración de pago anticipado.
• Dividendos complementarios: son un dividendo extra que se suman a los dividendos a cuenta si una vez conocidos los beneficios del ejercicio éstos han sido mayores de lo previsto.
• Dividendos extraordinarios: es una dádiva a los accionistas que no tiene nada que ver con los beneficios que logre la compañía. Suelen entregarse para agradecer la fidelidad y la confianza.  
• Scrip Dividend (dividendo flexible): el accionista elige qué tipo de dividendo recibir. Por tanto, se puede elegir entre cobrar el dividendo en metálico o bien cobrar el dividendo en acciones.
• Dividendo fijo: la compañía establece una cantidad fija a repartir cada año como dividendos al margen del importe de los beneficios que obtenga.
• Dividendo íntegro: la cantidad económica del dividendo se reparte en un sólo pago y anualmente.
• Dividendo fraccionado: la cantidad económica del dividendo se va repartiendo en varios abonos a lo largo del ejercicio, siendo la manera más habitual el pago trimestral.

Como hemos dicho, existen muchos tipos de dividendos diferentes pero esta lista recoge los siete principales que merecen ser destacados.

Para calcular dividendos la mecánica a seguir es muy sencilla. 

Tienes que multiplicar el número de acciones que tienes de una compañía por el dividendo anual que reparte. 

Por ejemplo, imaginemos que una persona tiene 1500 acciones de una compañía y el dividendo es de 1,50 euros por acción. Esto significa que recibiremos en el año completo un dividendo cuyo importe es de 2250 euros (1500 x 1,50 = 2250). 

Si esa cifra la dividimos entre 4, obtendremos el importe de dividendos que obtendremos cada trimestre, en este caso 562,50 euros cada trimestre.

El dividendo activo es la parte del beneficio que una compañía que decide voluntariamente repartir a sus accionistas ya que ha obtenido un beneficio en el año y la Junta General de Accionistas aprobó repartir entre sus accionistas un porcentaje de dicho beneficio. 

Por tanto, cuando hablamos de dividendos a secas, nos estamos refiriendo a dividendos activos.

El dividendo pasivo es la parte del valor nominal de una acción que los accionistas aún no han desembolsado tras su adquisición. 

Recordemos que las acciones en que se divida el capital de la compañía deben de estar íntegramente suscritas y desembolsadas, al menos en una cuarta parte el valor nominal de cada una de ellas en el momento de otorgar la escritura de constitución de la compañía o de ejecución del aumento del capital social. 

Por tanto, una parte del capital suscrito puede quedar pendiente de desembolsos y eso se conoce como el dividendo pasivo, el cual se irá reclamando en uno o varios plazos a los accionistas para que lo desembolsen.

A la hora de invertir en dividendos podemos escoger entre hacerlo nosotros mismos o mediante vehículos financieros:

1. Lo podemos hacer nosotros mismos comprando acciones de compañías que ofrecen dividendos interesantes. El problema de invertir en dividendos de esta forma es que lleva mucho tiempo y trabajo, además de las correspondientes comisiones del broker.
2. Invertir en dividendos mediante vehículos especializados, como son los fondos de inversión y los ETFs. 

Ejemplos de fondos de inversión para invertir en dividendos:

• S&P500 Quality High Dividend
• S&P500 Dividend Aristocrat
• S&P Euro High Yield Dividend Aristocrats

Ejemplos de ETFs para invertir en dividendos:

• Vanguard Dividend Appreciation
• SPDR S&P Dividendos
• iShares Select Dividend
• Vanguard Dividend Appreciation

Cuando recibimos un dinero vía dividendos tiene el carácter de rendimientos del capital mobiliario.

Desde el año 2015  hay que pagar impuestos por los dividendos, con independencia de la cantidad económica que se reciba (antes estaban exentos los primeros 1500 euros).

Por tanto, ¿cómo tributan los dividendos? Los dividendos recibidos tributan como rendimientos del capital mobiliario y se añaden a la base imponible del ahorro cuyos tramos son los siguientes:
– Hasta 6.000 euros un 19%.
– De 6.000 a 50.000 euros un 21%.
– De 50.000 a 200.000 euros un 23%.
– Por encima de 200.000 euros un 26%. 

El montante económico recibido como dividendo se ha de indicar en la casilla 029 de la declaración de la renta, tanto si se trata de dividendos a cuenta como si son complementarios o extraordinarios. 

Hay que tener claras dos cuestiones en cuanto a la tributación de dividendos:

• Dividendo en metálico: pasa a formar parte de las ganancias de la renta del ahorro y se suma al resto de rentas del ahorro. Está sujeto a retención. 
• Dividendo en acciones: su tributación se difiere en el tiempo hasta que se vendan esas acciones y se declararía como ganancia patrimonial.