Acciones en bolsa: Qué son y cómo funcionan

Se habla mucho en periódicos, cadenas de televisión o programas de radio sobre subidas y bajadas de las acciones de las empresas, pero ¿qué es una acción? Las acciones son unidades de propiedad en una o más compañías. El titular de acciones, denominado accionista, tiene el derecho a obtener una parte de los beneficios de la compañía en caso de que se paguen dividendos, así como derechos de voto.

Se trata de un título valor que se puede comprar y vender libremente en el mercado bursátil. Se emiten en el mercado primario y después se negocian en el mercado secundario.

Así pues, las acciones representan partes fraccionadas de la propiedad de una empresa, de manera que cuando se compran acciones se pasa a ser propietario de una pequeña parte de la compañía y se adquieren algunos derechos

Generalmente las compañías se financian mediante préstamos bancarios o mediante la emisión de bonos, pero todo ello les supone el tener que pagar también intereses. Es por ello que deciden obtener la financiación mediante la emisión de acciones. Así pues, las compañías colocan sus acciones en el mercado con el principal objetivo de lograr financiación económica. La obtención de capital se origina al comprar sus acciones tanto inversores institucionales como minoristas. Los primeros son fondos de inversión, bancos, hedge funds, fondos de pensiones, sicavs. Los segundos se refieren a personas físicas.

Conviene conocer otros conceptos que a veces se confunden para entender bien qué es una acción:

• Stocks: participaciones en varias compañías.
• Shares: unidades de propiedad en una compañía.
• Equity: participación total en el capital social de la empresa tras el pago de una deuda.

Las principales características de las acciones en bolsa son las siguientes:

• Poseen un valor que varía según las fluctuaciones del mercado de valores.
• Se considera una inversión.
• No están exentas de riesgo ni el capital invertido está asegurado.
• El accionista las puede conservar todo el tiempo que quiera.
• El valor de las acciones dependerá de la ley de la oferta y la demanda, así como por el transcurrir de la actividad de la compañía.
• El comprador de las acciones se convierte en dueño de una parte del capital social de la compañía.
• Cualquier persona puede comprar acciones a través de la bolsa de valores.

Los inversores acuden a la inversión en los mercados de renta variable (Bolsa) en busca de aumentar su capital, es decir, intentan rentabilizar el dinero que invierten.

Es cierto que existen muchos tipos de inversión de acciones, pero la historia muestra claramente que a largo plazo invertir en Bolsa es la mejor opción para el inversor. Por ejemplo, en los últimos 100 años la Bolsa norteamericana ha obtenido una rentabilidad anual del 6,6%. El resto de activos en ese mismo periodo tuvieron un comportamiento muy inferior (los bonos del Estado un 3,6%, las letras del tesoro un 2,7%, el oro un 0,7%).  

Se alude al riesgo y a la volatilidad. Es verdad que las acciones están sujetas a una mayor volatilidad a corto plazo, pero no a largo plazo. Por ejemplo, para periodos de hasta 5 años, la rentabilidad positiva de las acciones es más alta, pero también más fuerte su caída. En cambio, para periodos de 10 años el tema cambia, de hecho el peor periodo de 10 años para un inversor en acciones ha sido una pérdida anual del -4,1%. En periodos a 20 años no hay pérdida de poder adquisitivo para las acciones (el peor periodo presenta una rentabilidad del 1% sobre la inflación). En periodos de 30 años es mejor aún (el peor periodo presenta una rentabilidad del 2,6%).

Un ejemplo ilustrará muy bien y ayudará a entender mucho mejor cómo funcionan las acciones:

Una compañía necesita fondos o dinero, para seguir creciendo y ampliando su infraestructura (contratar más trabajadores, construir más naves industriales…). Decide emitir acciones para lograr el capital que necesita. Mediante esa emisión de acciones lo que hace es poner a la venta pequeñas partes de la propia compañía que podrán ser libremente adquiridas por aquellas personas físicas o personas jurídicas (instituciones) que quieran.

El valor de la compañía es de 200 millones de euros, ponen a la venta 2 millones de acciones y el precio de cada acción es de 100 euros. Desde ese momento, cualquier persona puede comprar y vender acciones.

Si una persona compra 1 acción de la compañía significa que sería dueño del 0,01% de la compañía.

Hemos visto que el objetivo de que una compañía emita acciones es el de financiarse y obtener capital. ¿Y el objetivo de los inversores que compran acciones? Pues ganar dinero, bien mediante la obtención de dividendos que reparta la compañía (no es obligatorio) si el negocio progresa satisfactoriamente, o bien vendiendo las acciones a un precio mayor de lo que costó comprarlas. Hay que tener presente que las acciones implican estar expuesto al devenir de la marcha del negocio de la compañía, de manera que la cotización de las acciones (su precio) subirá cuando la marcha de la actividad de la compañía vaya bien, y viceversa.

Las diversas Bolsas de valores facilitan el intercambio de acciones que cotizan de forma pública. Para ello, es necesario que la empresa salga a Bolsa, y la manera más habitual de hacerlo es realizando una oferta pública de venta (OPV).

La compra y la venta de acciones se lleva a cabo mediante un broker o un banco que actúan de intermediarios.

El precio de una acción viene a ser lo que vale en ese momento y básicamente depende de la oferta y la demanda, de lo que están dispuestos los inversores a ofrecer para comprar y para vender esas acciones en cada momento dado.

Si la demanda es elevada significa que hay mucho interés en comprar las acciones de una compañía, que hay muchos compradores y si a ello se suma que hay pocos vendedores (poca oferta) resulta en una situación ideal, ya que los vendedores pueden permitirse el lujo de pedir un precio más elevado por acción y los compradores estarán dispuesto a pagarlo, con lo que todo se traducirá finalmente en una subida del precio (cotización) de las acciones.

Lo contrario sería que no hay mucha demanda o interés, hay pocos compradores y muchos vendedores deseando deshacerse de sus títulos, con lo que el precio de las acciones cae.