NUEVA YORK - Los bancos centrales de los mercados emergentes podrían sentirse obligados a subir los tipos de interés tras la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos estadounidenses en su nivel más alto en dos décadas. Esta situación podría tener repercusiones sustanciales para los inversores mundiales, como señala Nigel Green, Consejero Delegado de deVere Group, una destacada empresa de asesoramiento financiero y gestión de activos.
Se prevé que el Comité Federal de Mercado Abierto mantenga estable la horquilla del tipo de interés de referencia entre el 5,25% y el 5,5% durante su reunión de hoy. Este nivel se alcanzó por primera vez en julio del año pasado, y el sentimiento del mercado se inclina hacia una continuación del statu quo, con poco optimismo en cuanto a reducciones de tipos en el año en curso.
Green destacó los retos a los que se enfrentan los bancos centrales de las economías emergentes, como Sudáfrica, India y México, que se ven presionados a subir sus tipos para combatir la devaluación de la moneda, la inflación, la fuga de capitales y los problemas del servicio de la deuda externa.
Las posibles subidas de tipos en estos mercados podrían atraer inversiones extranjeras debido a los mayores rendimientos de la deuda pública, lo que posiblemente provocaría desplazamientos de capital de los mercados desarrollados a los emergentes. Por el contrario, los sectores sensibles a los tipos de interés podrían experimentar efectos mixtos, con los sectores financiero y de servicios públicos potencialmente beneficiados por el aumento de la rentabilidad, mientras que los sectores inmobiliario y de consumo discrecional podrían tener dificultades con el aumento de los costes de endeudamiento.
Es probable que estos ajustes de los tipos de interés en los mercados emergentes también influyan en los mercados de divisas, afectando a los tipos de cambio y al valor de las monedas. Green señala que unos tipos más altos pueden fortalecer las monedas locales, lo que repercutiría en los flujos comerciales mundiales, los beneficios empresariales y las inversiones transfronterizas.
Además, los mercados de materias primas también podrían ver sus efectos. Unos tipos más altos podrían frenar el crecimiento económico y la demanda de materias primas, lo que posiblemente provocaría una bajada de los precios de estas últimas. Sin embargo, una moneda local más fuerte podría reducir el coste de las importaciones, aliviando las presiones inflacionistas.
Los funcionarios de la Reserva Federal, incluido su presidente Jerome Powell, han indicado sistemáticamente que es improbable que se produzcan recortes de tipos hasta que haya más pruebas de que la inflación se acerca al objetivo del 2%. Green anticipa un tono de halcón en el discurso posterior al anuncio de Powell, lo que podría animar aún más a los bancos centrales de los mercados emergentes a considerar subidas de tipos.
Este análisis se basa en un comunicado de prensa de deVere Group.
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