PEKÍN, 9 may (Reuters) - Las exportaciones e importaciones chinas volvieron a crecer en abril tras la contracción del mes anterior, según mostraron el jueves los datos de aduanas, lo que supone una alentadora mejora de la demanda interna y externa y un impulso a la inestable recuperación económica.
Los datos sugieren que el aluvión de medidas de ayuda adoptadas en los últimos meses está cobrando fuerza y contribuyendo a estabilizar la frágil confianza de inversores y consumidores.
Los envíos de China crecieron un 1,5% interanual el mes pasado, en consonancia con el aumento previsto en una encuesta de Reuters entre economistas. En marzo cayeron un 7,5%, lo que supuso la primera contracción desde noviembre.
Las importaciones de abril aumentaron un 8,4%, superando la subida del 4,8% prevista y revirtiendo la caída del 1,9% de marzo.
"Las exportaciones han sido el punto brillante de la economía china en lo que va de año. La debilidad de la demanda interna ha provocado presiones deflacionistas, lo que impulsa la competitividad de las exportaciones chinas", dijo Zhang Zhiwei, economista jefe de Pinpoint Asset Management.
La economía china creció más rápido de lo previsto en el primer trimestre, aunque los datos de marzo sobre exportaciones, inflación al consumo, precios de producción y préstamos bancarios mostraron que el impulso podría estar flaqueando de nuevo. Además, la prolongada crisis inmobiliaria muestra pocos signos de remitir, lo que ha impulsado las peticiones de un mayor estímulo de la política económica.
En el primer trimestre, tanto las importaciones como las exportaciones aumentaron un 1,5% interanual.
Una serie de datos económicos alentadores en el periodo enero-febrero y una encuesta a los propietarios de fábricas en marzo sugieren que la segunda economía del mundo ha logrado sortear con éxito algunos de los principales retos, lo que ha dado a las autoridades más tiempo para levantar la frágil confianza de los inversores y revitalizar el crecimiento.
Sin embargo, Pekín tiene mucho trabajo por delante. La agencia de calificación Fitch recortó el mes pasado a negativa la perspectiva de la calificación crediticia soberana de China, alegando riesgos para las finanzas públicas a medida que se ralentiza el crecimiento y aumenta la deuda pública.
El Politburó del Partido Comunista, máximo órgano decisorio del partido, dijo el mes pasado que intensificaría el apoyo a la economía con una política monetaria prudente y unas políticas fiscales proactivas, incluso a través de los tipos de interés y los colchones de reservas obligatorias de los bancos.
China se ha fijado un objetivo de crecimiento económico para 2024 en torno al 5%, que según muchos analistas será difícil de alcanzar sin muchos más estímulos.
Los exportadores chinos tuvieron problemas durante la mayor parte del año pasado, ya que la subida de los tipos de interés lastró la demanda exterior. Dado que la Reserva Federal y otros países desarrollados no muestran ninguna urgencia por reducir los costes de endeudamiento, los fabricantes pueden enfrentarse a nuevas tensiones en su lucha por la cuota de mercado.
Analistas afirman que los exportadores chinos siguen recortando los precios para mantener las ventas en el extranjero en un contexto de debilidad de la demanda interna.
"El exceso de capacidad de muchas industrias seguirá deprimiendo los precios de exportación en los próximos meses", dijo Dan Wang, economista jefe de Hang Seng Bank China.
"A medida que más empresas chinas realicen inversiones en el extranjero para sortear las posibles sanciones de Estados Unidos, esperamos más exportaciones de insumos industriales como productos químicos, tejidos, piezas de automóviles y maquinaria eléctrica", añadió.
El superávit comercial de China creció hasta los 72.350 millones de dólares, frente a los 77.500 millones previstos en la encuesta y los 58.550 millones de marzo.
(Reporte de Joe Cash; edición de Shri Navaratnam; editado en español por Tomás Cobos)