TAIPÉI, 4 abr (Reuters) - Taiwán tachó el jueves a China de "desvergonzada" después de que el embajador adjunto de Pekín ante Naciones Unidas agradeciera al mundo su preocupación por el fuerte terremoto en la isla.
China reclama Taiwán, gobernado democráticamente, como territorio propio y también el derecho a hablar en su nombre en la escena internacional, con el consiguiente enfado de Taipéi, dado que el gobierno comunista de Pekín nunca ha gobernado la isla y no tiene voz ni voto en la elección de sus dirigentes.
El miércoles, tras el terremoto de 7,2 grados que sacudió el este de Taiwán y causó 10 muertos, el representante permanente adjunto de China ante la ONU, Geng Shuang, mencionó en una reunión sobre los derechos de los niños que otro orador había mencionado el seísmo en "el Taiwán de China".
China está preocupada por los daños y ha expresado sus condolencias a Taiwán y ofrecido ayuda, dijo, según una transcripción de sus declaraciones publicada en la página web de la misión china ante la ONU.
"Agradecemos a la comunidad internacional sus muestras de simpatía y preocupación", añadió.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán expresó su indignación por los comentarios.
El ministerio "condena solemnemente la desvergonzada utilización por parte de China del terremoto de Taiwán para llevar a cabo operaciones cognitivas a escala internacional", dijo, utilizando el término normal de Taiwán para lo que considera una guerra psicológica china.
Esto demuestra que China no tiene buena voluntad hacia Taiwán, añadió el ministerio.
El Gobierno de Taiwán ya ha agradecido a Gobiernos y líderes de todo el mundo sus mensajes de preocupación y ofertas de apoyo, incluidos los de Estados Unidos, el mayor apoyo internacional de la isla a pesar de la falta de lazos diplomáticos.
El derrotado Gobierno de la República de China huyó a Taiwán en 1949 tras perder una guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, que establecieron la República Popular China, con capital en Pekín.
El nombre formal de Taiwán sigue siendo República de China.
(Reportaje de Ben Blanchard; editado por Angus MacSwan y Philippa Fletcher; editado en español por Mireia Merino)