El próximo viernes daremos el pistoletazo a un nuevo mes, en este caso el mes de julio. Tal y como me habéis solicitado algunos lectores, antes del inicio del próximo mes vamos a hacer un repaso detallado al comportamiento promedio que ha experimentado el mercado durante el mes de julio en el transcurso de la historia.
Remontándonos hasta el año 1950 el S&P 500 tiende a mostrar dos tramos bastante diferenciados durante el transcurso del mes de julio.
Sobre estas líneas podéis ver el comportamiento promedio del índice rector estadounidense en el transcurso del mes de julio. En su primera mitad el mes de julio suele ser bastante favorable para el índice. No obstante, al inicio de la segunda quincena de julio las alzas tienden a frenarse e instaurar al S&P 500 en un tramo más lateral.
Esta situación se debe a que a partir del de 15 de julio muchos de los grandes operadores del hemisferio norte dan inicio a sus vacaciones lo que como podemos ver, dentro de un estudio histórico tiende a generar un periodo de pausa en los mercados.
De los 66 meses de julio transcurridos entre 1950 y 2015, 36 resultaron con balance positivo (54,55% de las ocasiones) mientras que 30 se saldaron con balance negativo (45,45%).
El peor mes de julio tuvo lugar en 1974 cuando el S&P 500 se dejó un 7,96%. Recordemos que entre enero de 1973 y diciembre de 1974 las bolsas de todo el mundo experimentaron un gran mercado bajista (el S&P 500 perdió casi la mitad de su valor) siendo una de las peores crisis de la historia moderna. El crash se produjo después del colapso del sistema de Bretton Woods, viéndose agravado por el estallido de la crisis del petróleo en octubre de 1973.
Por su parte, el mejor mes de julio de la historia tuvo lugar en el año 1989, cuando el S&P 500 se anotó un 8,79%.
Como siempre os digo, los patrones estacionales están ahí para ofrecer una visión orientadora (que no operativa) de los mercados. Estos datos están bien para conocer cómo ha reaccionado el mercado ante situaciones similares, pero a la hora de operar lo importante siempre serán los aspectos técnicos que muestren tanto los mercados, como los sectores y los valores.