En el momento en que Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón (BoJ), de a conocer el anuncio de política monetaria de la entidad se sabrá cual de las dos fuerzas en pugna dentro de la entidad ha triunfado: por un lado, el propio Kuroda insiste en seguir recortando tipos de interés, algo que por el momento no ha dado resultados positivos para la economía local; por el otro, los que quieren aumentar los numerosos planes de estímulo, lo cual tampoco ha surtido efecto. Como se ve, el consumo no levanta cabeza, y el yen se aprecia sin prisa pero sin pausa. Al estilo japonés.
¿Qué medidas podría tomar entonces el BoJ? Probablemente ninguna de fondo. Tampoco puede darse muchos lujos 12 horas antes de que la Reserva Federal (Fed) mueva sus fichas, si bien se descuenta que por este lado tampoco habrá cambios de tipos y mucho menos colocaciones de fondos.
El gobernador Kuroda, en línea con lo que promovió el primer ministro, Shinzo Abe, desde su asunción en 2013 ha hecho esfuerzos notables por dinamizar a la tercera economía del mundo. Pero de poco le sirvieron las medidas tomadas. Logró, sí, depreciar el tipo de cambio hasta 125,80 a mediados de 2015, pero no pudo impedir que las sucesivas crisis que se han desatado desde entonces –explosión de la bolsa de China en agosto, incertidumbre por el aumento de tipos de la Fed en diciembre, una nueva explosión en China en enero, y el Brexit en junio- hayan puesto al yen en la primera fila de quienes buscan cubrirse de riesgos. Tal es así que el cruce USD/JPY cayó de 100 unidades casi en simultáneo con el Brexit, para mover unos cuantos puntos en las últimas semanas.
De todas formas, no parece que sea esta reunión del BoJ la que revierta la situación. El yen se ve fuerte, sin cambios de tendencia a la vista, y si hubiera alguna corrección, difícilmente caiga de 105/106 en el corto plazo. Solo un aumento de tipos de la Fed, un crecimiento de la libra Esterlina, y alguna noticia que aún ni siquiera se espera proveniente de Japón podrían forzar una baja mayor del yen.
La oportunidad para el yen entonces aparece intacta para las próximas horas, aún cuando los minutos posteriores a los anuncios puedan quitarle algo de fuerza, situación que suele quedar neutralizada en pocas horas.