La Cámara de los Lores de Reino Unido dio luz verde ayer para la solicitud del Brexit, y liberó casi en su totalidad el camino para que la líder Theresa May comience la conversaciones con la Unión Europea para la salida de la misma.
La libra esterlina, sin embargo, no sufrió un desplome como podría esperarse, sino que solo cayó unos cuantos puntos que, de todas formas, la llevaron a su mínimo desde el 17 de enero pasado. Los gráficos de corto plazo muestran fuertes señales bajistas para el resto de la sesión, y el primer soporte de importancia para el par GBP/USD aparece en la zona de 1,2070, con un objetivo de mínima de 1,1985, que fue el mínimo del año.
La caída de la libra, junto con una cierta estabilidad del euro, llevaron al alza al cruce EUR/GBP, que cotiza a 0,8765, pero que presenta además una tendencia alcista de corto plazo. De mantenerse la situación actual, el precio podría buscar los máximos del año, del día 17 de enero, en 0,8851.
De todas formas, los mercados en general, y las divisas en particular, muestran estrechos rangos de precios, a la espera de la reunión de la Reserva Federal, que se inicia hoy, y finaliza el miércoles, con el comunicado oficial. Hay un amplio consenso acerca de que se anunciará un incremento en los tipos de interés, el primero de lo que, se cree, será una serie de tres en todo el año.
El yen se muestra estable en la zona de 115 unidades, con la reunión de política monetaria del Banco de Japón prevista para el jueves, que también impactará de lleno en la moneda nipona. Aunque el comportamiento del yen, en los últimos tiempos, ha respondido más a las cuestiones vinculadas a Estados Unidos que a Japón.
La agenda de noticias del día incluye, como atractivo principal, el índice de precios de la producción en Estados Unidos.