Crece el riesgo de caída en el Ibex

Hablábamos el otro día del susto tras el resultado de las elecciones en Estados Unidos. Susto porque, al fin y al cabo, el dinero quiere tranquilidad y cuando pasa algo más o menos inesperado, las reacciones son bruscas. También decíamos que por el momento las cosas se mantenían igual y no se podían adelantar acontecimientos. Sin embargo, lo que no se puede controlar es la incertidumbre que se ha generado y la imaginación. Todo ello trae consigo volatilidad, riesgo y mucho volumen, de ventas por las dudas, de compras para aprovechar las fuertes caídas y de más ventas tras sacar rentabilidades potentes dado los amplios rangos que se forman, que en situaciones normales nos obligaría a estar semanas o meses para conseguirlas. Y lo vemos en nuestra propia casa, ya que en 5 sesiones hemos tenido una docena de operaciones entre ganancias rápidas y stops loss activados. No teníamos tanto volumen desde el Bréxit, habiendo doblado el volumen de días atrás. Otro denominador común en las bolsas, como es el caso de la europeas, es el fuerte rebote que hemos experimentado desde soportes, que ha devuelto a los principales indicadores a máximos. También en el caso de Dow Jones, que se ha marcado unos máximos históricos de aúpa, después de que todos o casi todos (los gurús fijo que no) empezásemos a ver nubarrones en los últimos meses, especialmente tras las pérdidas de soportes en el S&P la semana pasada. Parece que la máquina tragaperras sigue escupiendo dinero,

En el caso del IBEX ese salto desde soportes ha quedado un poco descafeinado, posiblemente por los intereses españoles en Latinoamérica y el Trumpazo. Ha servido para cerrar el hueco bajista abierto el 2 de Noviembre, pero al igual que cuando es necesario rellenar los que se forman por abajo para poder seguir subiendo, aquí tenemos el mismo caso pero al revés, habiendo actuado dicho gap como resistencia a las subidas. Esto nos ha llevado de nuevo a romper la directriz bajista de corto plazo, que no habíamos ajustado tras las caídas post elecciones, pero lo que es realmente importante es no perder los 8.550, a donde nos volvemos a aproximar. Es la zona de soporte en el corto plazo y que tan bien nos funcionó en los meses de septiembre y octubre. Perderla deterioraría el escenario alcista del que hablábamos análisis más atrás y con una volatilidad elevada, el riesgo a que así sea aumenta. Por el momento, no demos por terminada la vuelta a los máximos y esperemos a ver nuevas señales que nos des nuevas pistas de nuestro viaje de aquí a fin de año.

Qué disfrutéis del fin de semana.