Hoy vamos hablar de las malas rachas en el trading.
No descubrimos nada nuevo si decimos que las pérdidas forman parte del trading. El problema es diferenciar cuándo una serie de operaciones negativas consecutivas son parte normal de nuestro sistema de especulación intra-día, o han pasado a convertirse en una mala racha…
El trading es en muchos aspectos como la vida, como ella, tiene también sus fases. En el caso de la vida las llamamos estaciones. El trading no tiene Primavera, Verano, Otoño e Invierno, pero tiene momentos en los que vamos a experimentar sensaciones afines. Días buenos... y días malos.
Personalmente, he vivido muchos inviernos en mi operativa de trading. Por mi propia experiencia puedo decir que no existe manera de sobrevivir un invierno a menos que estés preparado (Gestión monetaria), igual que no podrías sobrevivir en una cabaña en las montañas rocosas sin leña para poder hacer fuego.
Cuando entramos en una dinámica perdedora, sólo hay una cosa que podemos hacer para salir de ella; agarrarnos a nuestro sistema y sobretodo implementar la gestión monetaria con mano de hierro, reduciendo el riesgo que soporta nuestra cuenta en cada operación a la mínima expresión. En ocasiones será incluso necesario dejar de operar por un tiempo y analizar nuestra operativa desde una perspectiva diferente.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
¿Qué ha pasado?
¿Estoy cumpliendo las normas?
¿Están mis Stops muy ceñidos?
¿Cómo estoy entrando al mercado?
¿Qué hay de la volatilidad?
¿Es simplemente mala suerte?
Estas son sólo algunas de la preguntas que deberemos contestar, pues vamos a tener que poner nuestra operativa en tela de juicio. En estas situaciones en particular, puede ser una gran ayuda el hablar y comentar nuestra situación con otra persona, preferiblemente con un Trader experimentado, ya que él nos comprenderá y sabrá aconsejar (habrá pasado por la misma situación antes).
Yo he vivido momentos muy oscuros, negros diría. Como anécdota, os contaré que en una ocasión y después de haber hecho todo lo que he comentado y sin haber obtenido los resultados ansiados, decidí ir un paso más… Había leído en un libro que la visión que tenemos de nosotros mismos es muy importante para levantar el animo en momentos de desánimo y apatía. Pues bien, yo en aquella época solía operar en pijama, sin preocuparme mucho por mi aspecto (esto era una de las cosas buenas del trading, creía yo), como no sabía a qué agarrarme, decidí darle un giro inesperado a la situación. Introducí en mi protocolo operativo vestirme como un pincel. Me afeitaba, duchaba y vestía de traje y corbata, como si fuera el ejecutivo más importante de Wall street. Todos los días sin excepción y todo eso para operar las dos horas escasas en la apertura del futuro Mini SP 500 de Chicago. A día de hoy no podría asegurar que fuese esta acción lo que consiguió que volviese a la rentabilidad en mi trading. Pero si creo que ayudó (en esas situaciones toda ayuda es poca). Se que algunos pensaréis que estoy loco, es posible que lo parezca, pero creerme cuando os digo que hay que pasar por una situación similar para poder entenderlo. Os puedo asegurar que si pensáis dedicaros a esta actividad, en algún que otro momento mientras estéis recorriendo el Kamino, viviréis experiencias similares.
Dante Alighieri lo resumió a la perfección en las palabras que dejó escritas.
“Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza”
Moraleja del cuento:
Confía en el sistema, vigila tu capital de inversión como un submarinista vigila su nivel de oxígeno a treinta metros bajo el agua (gestión monetaria) y aprende a ser feliz con pequeñas pérdidas (son parte del juego).