El oro ha caído desde los máximos de tres semanas ya que el precio continúa reaccionando a las fuertes ventas minoristas publicadas ayer en Estados Unidos, que apuntan hacia una mejora de la economía estadounidense tras la ralentización vivida durante el invierno.
La falta de progreso en el Este de Ucrania ha llevado a cierto aumento de algunas compras como activo refugio.
Además, nos encontramos ante el primer aniversario de la mayor caída del oro en 30 años, cuando el 12 y el 15 de abril de 2013 el precio del metal dorado se derrumbó hasta perder el importante soporte que encontraba en niveles de 1.525 dólares.
En tan solo esos dos días, el oro cayó desde los 1.565 dólares por onza hasta los 1.336 dólares.
Habiendo fallado en su intento de romper la resistencia de 1.335 dólares ayer, el oro volverá a buscar soporte, ya sea desde el aumento de los acontecimientos geopolíticos o de la media móvil de 200 días, actualmente en los 1.300 dólares por onza.
Por su parte, el precio de la plata se mantiene en el rango de 20 dólares por onza, mientras que lo más probable es un repunte hacia una ruptura de alguna línea de tendencia importante. Hasta que esto ocurra, el rango que habría que vigilar se situaría en niveles de 19,2 y 21,0 dólares por onza.
Una caída similar a la de 2013 no es probable. Todos aquellos que quieran salir del oro, el resto de 2014 probablemente sea un año de negociación lateral.