La renta variable volvió a vivir una jornada plana y con un reducido volumen, donde el único denominador común fueron las caídas de las acciones relacionadas con las materias primas. Tras el fuerte repunte del petróleo la semana pasada, la caída de este inicio de semana ha arrastrado al resto de materias primas.
El crudo sufrió la mayor caída de las tres últimas semanas después de encadenar una racha de ocho sesiones consecutivas al alza. Según Goldman Sachs (NYSE:GS) los distintos socios de la OPEP estarían planeando una estabilización de los precios con la posibilidad de la congelación de la producción. Aunque continúe el sobreabastecimiento el consenso de mercado apuesta por un repunte cercano a los 45 dólares por barril.
Mientras, el Ibex, tras la caída del 3% de la semana pasada, continua atrapado en el rango entre los 8.200 y los 8.850 puntos, y no parece que vaya a salir del hasta el próximo mes. La ruptura de máximos anuales en el Dax o los máximos históricos en el S&P 500 no ha sido suficiente para elevar a un índice que sigue condicionado por diversos factores.
El principal sigue siendo la inestabilidad política, ahora que se van a cumplir ocho meses sin la formación de un gobierno. Hasta que no se produzca, es difícil que recuperemos los niveles de finales de 2015.
Además en los próximos días nos veremos condicionados por las declaraciones de los presidentes de los principales bancos centrales que se reúnen en Jackson Hole, con la continua especulación sobre la subida de tipos en EE.UU. y la posibilidad de aumento de estímulos en Japón.