El euro y el yen aparecen como las dos monedas que más sufren la embestida del dólar en los días posteriores a las elecciones de Estados Unidos.
El escenario actual era absolutamente esperable, y habíamos mencionado en varias oportunidades que ambas divisas lucían absolutamente sobre compradas, a la espera del nuevo presidente. Y dado que los mercados bursátiles americanos también operaban la semana pasada, antes de las elecciones, en máximos históricos, lo más probable era una victoria de Trump.
Pues bien, esto sucedió, y el euro y yen caen. Pero no los mercados, que estiran al máximo sus ganancias actuales, aunque no por mucho tiempo. Y ni siquiera un alza de tipos de interés por parte de la Fed en diciembre sería el disparador de una baja en las acciones. Lo que probablemente haga terminar el clima de euforia en las bolsas serán los anuncios de Trump sobre las asociaciones comerciales de Estados Unidos con otros países, algo que sí aparece como inminente, y que perjudicaría las exportaciones e importaciones de ese país en el futuro.
El euro, entonces, llega a sus mínimos del año, y puede alargar su caída a las próximas horas, aún cuando ya aparece sobre vendido, y con un cambio de dirección inminente. El quiebre de 1,0680 podría llevar al precio a la zona de 1,0635, aunque en verdad la moneda única tiene más para ganar que para perder en estas horas. La superación de 1,0735, primera resistencia, sería el motivo de un cambio de rumbo, que trate de cubrir el gap que dejó en 1,0860 el lunes pasado.
En tanto, el yen se desinfla de sus poco explicables ganancias de casi todo el año, motivadas en gran parte por la debilidad del dólar en términos reales, y en la cobertura que muchos tomaron en oportunidad del Brexit. Quienes apostaron, como muchas veces pasó, por un carry trade, no la han pasado bien. La caída del yen, que tendrá atenuantes en estos días, no parece reversible hasta al menos la zona de 115, donde podría llegar en enero próximo. En un plano diario, será difícil que supere la zona de 110 sin una corrección favorable a la divisa nipona, que tendrá objetivos en su caso en 109,30 y 109,00.
La libra esterlina, por su parte, se mueve a la baja, pero sin mucho convencimiento, y la superación de 1,25 le dará la fuerza suficiente para retomar una recuperación más que demorada. El objetivo de 1,30 sigue intacto para las próximas semanas. Para el resto del día, 1,2460, 1,25 y 1,2550 serán las resistencias a seguir, con soportes en 1,2390 y 1,2360.
Sin cambios en la onza de oro, la fuerte recuperación del petróleo es la nota más importante en el mercado de las materias primas. Este movimiento es esperable en función de los inventarios de petróleo en Estados Unidos, aunque no es para festejar: el contexto actual muestra al WTI y al Brent muy volátiles, y nadie puede asegurar que pueda continuar en un camino alcista en el corto plazo sin sufrir traspiés.
El índice de inflación mayorista en Estados Unidos, a las 8:30 del este, será el dato a seguir durante la sesión americana.