"Los bancos centrales decidieron hace cuatro años crear una burbuja de activos, hacernos creer que somos más ricos, que son más ricos los que tienen acciones, pisos y propiedades, a raíz de los mínimos de Wall Street en 2009 inducidos por la quiebra de Lehman.
Se han sucedido desde entonces intervenciones masivas de uno a otro confín, de QE milmillonarias y de recompra de bonos basura y demás basura, en lo que algunos definen ya como volver a empezar.
El mundo global, de la mano de los bancos centrales, no ha aprendido nada de la Crisis, como tampoco aprendió de las anteriores.
Está claro, por tanto, que están creando las bases para un nuevo crash, aunque los intermediarios y los protagonistas-actores de los mercados sigan empeñados en vendernos otra cosa.
Las bases se hacen más grandes y peligrosas a medida que se confirma, que, seis años después del estallido de la Crisis Financiero, que ha determinado una gran Crisis Económica, la economía de las grandes superpotencias sigue atascada como lo demuestran los últimos datos de China y las proyecciones de USA: El crecimiento de EE.UU. está en punto muerto, ha señalado The Wall Street Journal.
Pensábamos, en fin, que la exuberancia irracional había muerto, que incluso había muerto Alan Greenspan, el padre de la criatura, pero todo sigue peor que estaba en esta parcela concreta, en los sacrosantos Mercados", me dice uno de los viejos lobos de mar de la Bolsa española.
Dow Jones, un gráfico im-pre-sio-nan-te ¡Viva la exuberancia!
Se suceden los comentarios y análisis sesudos de investigadores y analistas acerca de la evolución de Wall Street. Unos dicen que está muy cara, excesivamente cara. Otros, que los fundamentos ahora son buenos y que las expectativas acompañan.
En cualquier caso, cuando observamos, vía Droblo.com, el gráfico Dow Jones ajustado a la inflación desde 1985 nos quedamos asombrados, asustados, im-pre-sio-na-dos.
La exuberancia es total.