La situación del petróleo es muy compleja. Los que lo producen se llevan muy mal entre ellos y los que lo compran llevan muy mal esto de la crisis económica. Los productores inundan el mercado con oferta, los compradores no han dado la talla en los últimos meses, el resultado es el que cabe esperar cuando la oferta gana a la demanda por goleada; un desplome de los precios que llevó al crudo ligero estadounidense a la irrisoria cantidad de 26,05 dólares por barril.
Eso ocurrió allá a finales del mes de febrero, tras ese momento de debilidad máxima, el mercado ha ido buscando y abrazándose a cualquier estímulo que le hiciese recuperar terreno, en muchas ocasiones, con más fe que motivos reales.
Sea como fuere, en las últimas semanas, el crudo supo recuperar buena parte del camino andado y ha logrado duplicar su precio desde su mínimo de este año (de más de una década en realidad) y parecía que se podría consolidad sobre la cifra mágica de los 50 dólares por barril… Hasta que llegaron los ingleses con su ‘Brexit’.
Sumar 5 dólares al año
Según me explica Daniel Pingarrón, analista de Estrategia y Desarrollo de IG, lo que hay detrás de este último rally alcista es que los inversores han empezado a adelantarse a la fecha estimada en la que desparecerá la sobreoferta y el mercado llegará a un punto de equilibro.
“Cuando antes se pensaba que esto podría suceder a finales de 2017, ahora mismo, la expectativa se está adelantando entre seis y nueve meses. Los problemas de suministro de algunos países productores como Canadá o Nigeria, la no decaída de la demanda y la destrucción de inversiones y oferta en el lado del fracking, son las causas de esto”.
Así las cosas, Pingarrón considera que el mercado ha entrado ahora en un rango normalizado de precios de entre los 45 y los 55 dólares para este año, y que irá sumando 5 dólares por año en los sucesivos.
La banca no siempre gana
Idéntica visión es la que me ofrece Javier Etcheverry, CEO de S&J International Consulting, al menos en lo que se refiere al rango para este año. Considera este analista que el crudo se estabilizará durante unos meses en la zona de los 45 a 53 dólares por barril, para luego caer de nuevo hasta los temidos 25 dólares.
Según argumenta Etcheverry, las entidades financieras han dado una cantidad ingente de préstamos a las empresas de fracking pensando que estaban ante la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, esas mismas entidades no calcularon bien que si aumentaban tanto la oferta, las leyes del mercado acabarían por derrumbar los precios, llevando a la bancarrota a las empresas con mayores costes de producción que, paradójicamente, eran las mismas que ellos estaban financiando.
“Mediante distintos instrumentos bancarios como las SBLC o BG en compra o leasing los bancos pueden aportar a compradores con pocos recursos los medios necesarios para que una operación de compra sea segura y rentable y además no arriesgar nada de su capital, al contrario, ganar dinero con dichos instrumentos. Al aumentar la demanda con estos apoyos consiguen que el precio se levante y que aquellos que no podían producir mediante el fracking vuelvan a hacerlo, pudiendo así obtener beneficios y tener capital para pagar los préstamos que deben a los mimos bancos que viabilizan las operaciones de compra. Lo que no nos damos cuenta es que, con todo este movimiento, inyectamos aún más crudo en el sistema y eso no puede tener otro desenlace que la bajada de los precios por sobreoferta”.
Volver a los 100
Bastante más optimista se muestra Ismael De la Cruz, director de análisis de WiseTrend.es, quien ve al crudo alzándose de nuevo hasta los 100 dólares por barril en los próximos cuatro años.
“Es más, en el último mes, los inversores han estado haciéndose con contratos de futuro cuyos plazos son los años 2018, 2019 y 2020. Esto implica que apuestan por un petróleo en torno a los 80 dólares en el 2018, en la barrera de los 100 dólares en el 2019 e incluso alcanzando los 105-110 dólares en el 2020”.
Además, De la Cruz me añade dos factores que él considera directamente ligados a esta recuperación de la materia prima: por un lado, la caída de los inventarios en EE.UU.; y por otro, la debilidad del dólar, el cual guarda una correlación negativa con la materia prima.
Un H-C-H invertido en el gráfico semanal
Desde un punto de vista técnico, los 50 dólares también son un nivel muy a tener en cuenta ya que actúan como una gran zona de resistencia, tal y como me recuerda Eduardo Bolinches, director de Bolsacash, que me ilustra la situación con este gráfico semanal del crudo en la última década.
Según me explica, ya en el año 2007, el nivel de los 50 dólares sirvió para poner freno a un importante impulso bajista, al igual que sucediese dos años más tarde con la cota de los 32,50 dólares.
De vuelta al presente, y tras no poder consolidarse por encima de los 50 dólares, Bolinches considera que asistiremos a una pequeña corrección, que no debería llegar más allá de los 37,50 dólares, para acabar de completar la figura de un Hombro-Cabeza-Hombro invertido.
Corregir la sobrecompra
Siguiendo el camino alcista, Francisco Cuello, analista técnico de Kau Finanzas y Trader Sevilla, me apunta que si logra consolidar el nivel psicológico de los 50 dólares, el crudo podría mirar de cerca sus antiguos niveles de resistencia de los 54 dólares, beneficiado por una lenta subida de los tipos de interés en Estados Unidos.
“Llegados a estos niveles en el futuro, los precios deberán corregir este gran impulso vivido, y vendrán algunas malas noticias para el crudo, lo que ayudará a corregir la actual sobrecompra y poder verlo en niveles de 40-45 dólares. Para el segundo semestre o finales de año no es de extrañar que, con la estructura de precios montada en el gráfico, pudiésemos ver niveles de 60-65 dólares por barril”.
Posibles caídas hasta los 41,50 dólares
Pensando más en el corto plazo, Joaquín Gual, CEO de MasqueTrading.com, lanza un aviso a navegantes: perdidos los niveles de 47,50 dólares, el asunto se puede poner feo para ver largos de nuevo y el precio se iría a buscar otra vez niveles de 45,50 dólares. Si este soporte también falla, lo más probable es que acabe en los 41,50 dólares por barril.
Gual me reconoce que la ruptura por encima de los 50 dólares del martes día 7 junio y la posterior consolidación en la jornada siguiente consiguió engañarle y le hizo creer que podría asaltar la cota de los 54, dada la decisión y el volumen con el que había puesto la bandera sobre el medio centenar de dólares. Ahora, sin embargo, la cosa cambia.
“El suelo del canal estaba en los 47,50 dólares, ese era el punto clave. El crudo se consolida en niveles de cinco en cinco; primero superó los 45 e hizo todo lo necesario para consolidarse sobre los 50 y poner rumbo a continuación a los 55, sin embargo, en esta ocasión no lo consiguió y ahora toca volver a empezar”.