El oro ha perdido posiciones hasta mínimos de una semana en niveles de 1.264 dólares por onza troy, ante el mensaje lanzado por el Comité Federal de Mercado Abierto de Estados Unidos (FOMC) con el que ha explicado que la expansión económica de EE.UU. actual es sólida, dejando la puerta abierta a un cambio en su política monetaria de cara a finales de 2015.
A pesar de que el "drama" griego sigue siendo el quebradero de cabeza para el mercado, los eventos de riesgos han disminuido, reduciendo así el atractivo del oro como activo refugio. Este foco reducido en Europa ha afectado principalmente al cruce oro-euro (XAU/EUR), que mostró ganancias sólidas durante enero.
Tras haber negociado por debajo del soporte inicial que encuentra en zonas de 1.272 dólares por onza, el oro está preparado para comprobar la fortaleza del actual nivel de soporte.
Una de las preocupaciones que tienen los alcistas es el rápido incremento en la compras tras la decisión del Banco Nacional de Suiza (BNS) del 15 de enero último al eliminar el cambio fijo del par euro/franco suizo.
Esta decisión provocó una oleada de ventas hacia el mercado de bonos gubernamentales, con varios pasando a tener rendimientos en territorio negativo, eliminando así el coste de oportunidad de tener oro.
Desde entonces, las tenencias de productos negociados en bolsa, respaldados por oro físico se han incrementado en 62 toneladas y cualquier retroceso importante desde los niveles actuales dejaría a muchos, incluyendo a los fondos de cobertura, largos en futuros con costes de su propio bolsillo.
Casi todo este oro ha sido comprado a un precio por encima de 1.255 dólares, que es ahora una zona técnica clave de soporte.
La banda de soporte en 1.253-55 podría estar actuando como un imán para los vendedores al descubierto, ya que una ruptura por debajo podría traer el riesgo de desencadenar una ronda de liquidación de posiciones largas con los 1.237 como próximo objetivo de interés.
La resistencia se encuentra actualmente en los 1.290 dólares.
