Necesito 1.000 euros para las vacaciones ¿dónde los puedo conseguir ya?

Entré en el banco y me asaltó el director, con cara amable, con una sonrisa de oreja a oreja. "Algo me va a pedir", pensé de inmediato.

.-"¿Qué tal? Mucho tiempo sin verte ¿Todo bien?", me saluda el director (Falso lo de mucho tiempo, porque frecuento la oficina bancaria con la misma regularidad en los últimos años)
.-"Normal, sin novedades", le respondo, al mismo tiempo que me coge del brazo y me mete en su despacho
.-"Una pregunta, tú que andas metido en el mundo de la Bolsa ¿Puedo ganar 1.000 euros para las vacaciones en un par de días y sin arriesgar no más de 6.000 euros?", me pregunta con una sonrisa cada vez más grande. "Nunca te he peguntado, pero quiero darle una sorpresa a mi novia", insiste.
Me encojo de hombros. Lo miro fijamente y respondo. "No soy asesor de Bolsa, pero sospecho que lo de los pelotazos es pasado. Un 16% de ganancia en un par de días es la hostia. Mejor no pierdas el dinero", le respondo.

Vino así a mi memoria una Carta reciente:
"¿Ganar dinero? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuánto? No, olvidemos estas preguntas. La clave para los próximos meses es NO PERDER DINERO. Volverán, de manera recurrente, el miedo y el pánico. Nadie estamos a salvo, nadie estamos inmunizados ante una Crisis de Miedo, que volverá a llegar más pronto que tarde, como ya lo hemos visto. Europa no tiene dinero. USA, Japón y China hacen de sus divisas un sayo y provocan un terremoto de divisas global, ya lo verán. Aún así, en esas Grandes Potencias las cosas no funcionan, ni bien ni mal, simplemente no funcionan. Los Estados, en este caso, el estado español no tiene dinero y provoca el efecto inmediato sobre Autonomías, Corporaciones, Ayuntamientos, Empresas, Familias e Individuos. Los Estados sacarán dinero debajo de las piedras y buscarán el dinero a grandes profundidades, como el zahorí busca el agua. Mientras, acapararán el dinero de la superficie: más y más impuestos; subidas del catastro; subidas de los carburantes; del alcohol, tabaco y demás. Pondrán cerco a las grandes y medianas fortunas, exprimiéndolas como una naranja o limón. Volverán a poner más impuestos a las transacciones bancarias, además de las tasas que ya te cobran los bancos. Volverá a poner impuestos a los movimientos de capital (cheques, transferencias, internet...) y marcarán con hierro candente cualquier actuación en Bolsa siempre que ésta redunde en beneficio del inversor, ahorrador o especulador. Si hay pérdidas, que las asuma el que invierte, ahorra o especula. Nadie estamos inmunizados ante una Crisis de Miedo. Y menos los que tienen dinero...", me dice uno de mis gurús favoritos.

En este encuadre Kenneth Veksler, Sales Trading, Saxo Bank señalaba hace unos meses que "Últimamente se ha hablado mucho de disturbios sociales (principalmente en la periferia europea) y del surgimiento del sentimiento de descontento respecto del destino del mundo en términos generales. Las razones de ello son ahora bastante obvias, la gente simplemente está desilusionada y ha sido despojada por causa de las acciones que las autoridades (que ellos mismos han elegido) están llevando a cabo para mantenerse a flote en un mar de desesperación. Y tristemente parece no haber fin a un círculo vicioso de medidas de austeridad en aumento y a una creciente deuda soberana..."
"...La historia, la vida y sin duda alguna los mercados, nos han enseñado que todo es cíclico. Si tenemos esto presente, vale la pena retrotraernos a la lejana época en que los cristianos eran echados a los leones mientras la plata romana se devaluaba, las brujas se inventaban y eran cazadas cuando la revolución industrial amenazó la forma de vida, el asesinato de la distinguida aristocracia cuando las fronteras eran invadidas en 1914, la persecución de los “prestamistas” y de los “libres pensadores” en la Alemania de 1936, etc., etc., y por supuesto que la lista continúa. ¿Estamos al borde de algo similar en la próxima década?..."