Las bolsas europeas y norteamericanas se animaron y el dólar se depreció tras la inacción de la Fed en lo referente a mantener los tipos de interés. Es cierto que era algo que estaba descontado por los mercados y que a muy pocos cogió por sorpresa, pero con los bancos centrales hay que tener siempre cautela porque hoy te dicen una cosa y mañana todo lo contrario.
Europa mantiene el sesgo alcista pero por el efecto dopaje, tanto del Banco Central Europeo (BCE) como de la Fed. En el primer caso por los bajos tipos de interés y por el programa QE de compra de activos. En el segundo caso por el retraso de la subida de tasas.
Y es que la recuperación económica de la eurozona continúa su camino de forma moderada y se espera que el crecimiento se vaya recuperando de manera gradual, gracias a que el mercado laboral mejora ligeramente y que el consumo crece apoyado por un incremento de la confianza.
Por su parte, la economía alemana se ralentizó en los últimos meses debido principalmente a la débil demanda externa que originó que la producción industrial se desacelerase.
¿Y qué ocurre cuando se administra esteroides a un paciente de manera prolongada en el tiempo? Que se le crea una dependencia física y psicológica, de manera que cuando se deja de suministrar viene el bajón y una etapa compleja.
Los inversores llevan bastante tiempo acostumbrados a que los bancos centrales inyecten esteroides gracias a los cuales la renta variable ha podido contar con una red de seguridad, hecho que sin duda alguna ha supuesto un gran aliciente a los inversores de cara a comprar y comprar.
Pero todo tiene un final, aún no cercano, pero tampoco excesivamente alejado. Y cuando éste llegue, las bolsas lo van a acusar.
Es cierto que lo que intentan los Bancos Centrales es asegurarse de que no retirarán los esteroides hasta estar plenamente seguros de que la economía presenta signos suficientes y fiables de robustez y equilibro, y que aun así lo harán de manera gradual y progresiva. De esta manera es cierto que lograrán minimizar los daños colaterales y las caídas en las Bolsas serán menores.
Pero tampoco nos centremos demasiado en esta cuestión, ya que al BCE aún le queda un tiempo para entrar en esta fase. Primero lo hará la Fed subiendo los tipos de interés, seguramente en su reunión del mes de diciembre, hecho que afectará a las bolsas (aunque tampoco será nada grave) y sobre todo beneficiará al billete verde.
En Europa el Dax está cerquita de alcanzar sus máximos anuales, el Euro Stoxx no fue capaz en su primer intento de volver a entrar en el canal alcista, el S&P 500 también cerquita de sus máximos históricos. La volatilidad sigue controlada y en niveles aceptables, el sentimiento de los inversores se mantiene optimista y es el sector bancario del Viejo Continente el que impide que de una vez los mercados exploten al alza.