Llegó agosto y con él la temporada de menor volumen bursátil de todo el año. Sin embargo, esta semana conoceremos importantes referencias macroeconómicas. Tras el Brexit el mercado se ha centrado en las reuniones de los bancos centrales y en los resultados empresariales. Tras estos eventos no nos extrañaría una ligera recogida de beneficios durante las próximas sesiones.
En cuanto a las decisiones de los bancos centrales, no ha habido sorpresas, el BoE se mantuvo firme, el Banco Central Europeo (BCE) queda a la expectativa, la Reserva Federal (Fed) continúa satisfecha con los datos de macro y sugiere una subida de tipos en la próxima reunión de septiembre, mientras el BoJ duplica los estímulos y parece no satisfacer a todos.
Los resultados empresariales también han servido para sostener al mercado durante estas últimas semanas. En EE.UU. ya han presentado 300 compañías del S&P 500 con un bagaje de -2,5%, cuando se esperaba -5,3%. Otro de los factores que podría condicionar durante las próximas sesiones son los resultados de los test de estrés de la banca europea, que a pesar de satisfacer al consenso de mercado, han vuelto a señalar a la banca italiana y al Monte dei Paschi (MI:BMPS) en concreto por la alta morosidad.
Esta semana vuelve a comparecer el BoE, donde dará a conocer nuevas previsiones económicas. A pesar del rotundo 8-1 en contra de bajar tipos en la última reunión, una encuesta publicada por Bloomberg afirma que 45 de 47 economistas predicen una bajada de 25 puntos esta semana. Aunque la economía británica ya se ha visto perjudicada por los primeros síntomas de ralentización, no sería de extrañar que dejara los nuevos estímulos para final de año.
Hoy hemos conocido los PMI´s manufactureros de China y de la mayoría de países europeos, donde por lo general se han reducido respecto a sus anteriores resultados. En el gigante asiático se han perdido los 50 puntos por primera vez desde el mes de marzo, devolviendo la producción industrial a la zona de contracción. En el viejo continente salvo Francia, el resto se sitúa en zona expansiva. Reino Unido empieza a pagar las consecuencias del Brexit y su dato manufacturero se sitúa en el 48.2 puntos, nivel más bajo desde febrero de 2013.