"Las estrategias que los mejores inversores y las gestoras reputadas han utilizado históricamente o han muerto o han sido borradas por esa mano de dios de los bancos centrales, que ha desarrollado una situación de Intervencionismo jamás vista en las Bolsas. Una de ellas es las del sentimiento contrario, que hicieron famosa los banqueros que quedaron en pie después de la Gran Depresión de 1929: Comprar cuando corra la sangre por las calles y vender cuando mi limpiabotas me recomiende qué acciones debo comprar para ganarme unos dólares. Es la teoría del sentimiento contrario. Cuando todos los participantes en el mercado, o una inmensa mayoría, se ponen en el mismo lado de los índices, éstos siempre hacen lo contrario. Cuando todos se colocan en el mismo lado de una barcaza que cruza un río, la barcaza siemrpe vuelca. Esto era así, no obstante, hasta que los bancos centrales y sus aliados decidieron romper murallas y barreras y terminar con el concurso tradicional de la oferta y la demanda en el proceso de formación de los precios bursátiles. Esto era así, hasta que los bancos centrales y sus mariachis decidieron poner en marcha agresivos programas de compras de acciones y otros activos financieros en poder de los bancos e instituciones financieras (o debajo de las alfombras de sus balances, que es lo que se conoce como Reflación). La manipulación de los mercados hace inviable cualquier estrategia. Por eso, no intente invertir como siempre y, por supuesto, no se ponga a los pies de los caballos, no se enfrente a la manada. Deje que los acontecimientos sigan su curso. Espere sentado", me dice uno de los viejos lobos de mar de la Bolsa española.
En Capital Bolsa hacen un recuento muy interesante:
Los índices de sentimiento inversor normalmente se utilizan como indicadores contrarios del mercado de valores. Es decir, un fuerte sentimiento optimista es bajista para las bolsas porque se entiende que ya todos los inversores han comprado y hay poco dinero más para subir las acciones, y al contrario.
Eso está cambiando últimamente. La recompra de acciones por parte de las propias empresas, así como las compras forzadas por los elevados niveles de liquidez, provocan que a pesar de las lecturas de optimismo extremo de la actualidad, las bolsas siguen impulsadas al alza.
Analicemos esto:
- En la encuesta de Investors Intelligence los bajistas son del 20% mientras que los alcistas alcanzan el 54%.
- Los escritores de Newsletter que recoge Hulbert, están recomendando largos en acciones desde enero de 2002.
- Los Rydex traders están posicionados extremadamente alcistas.
- La opinión de los analistas financieros estudiada por NAAIM permanecen con una alta exposición a la renta variable.
- Las acciones más especulativas están subiendo fuertemente.
- Los márgenes de dedua están cerca de niveles récord.
Como vemos, el sentimiento optimista del inversor está en niveles extremos, y a pesar de ello, las bolsas siguen sostenidas. ¿Se puede alargar esto en el tiempo? Sí mientras el dinero de las compras sea "artificial", y con "artificial" nos referimos a que no sea fruto de la valoración de las compañías, sino de programa de recompras ya apalabradas, o de posicionamiento por fuerte liquidez. Ese dinero terminará acabándose como es natural, y según dónde hayamos subido, así será la caída.