El miércoles, Stephens mantuvo una calificación de igual peso en Cal-Maine Foods (NASDAQ: CALM) con un precio objetivo estable de 65,00 dólares. Los beneficios ajustados por acción (BPA) de la empresa en el tercer trimestre fueron de 2,84 dólares, por debajo de la previsión de Stephens de 2,88 dólares, pero superando la estimación de consenso de 2,45 dólares. El BPA GAAP declarado para el trimestre fue de 3,00 $, que incluía una ganancia relacionada con conversiones involuntarias, concretamente pagos del USDA por esfuerzos de despoblación.
El EBITDA ajustado del trimestre alcanzó los 217,8 millones de dólares, ligeramente por encima de los 216,0 millones previstos por Stephens y las estimaciones de consenso. La discrepancia entre el BPA previsto y el real se atribuyó a una combinación de factores. El menor margen bruto contribuyó con un descenso de 0,32 dólares al BPA, y los mayores gastos de venta, generales y administrativos (GAyA) redujeron aún más el BPA en 0,07 dólares. Estos factores se vieron parcialmente compensados por un aumento de 0,19 dólares de otros ingresos, un impulso de 0,11 dólares debido a un tipo impositivo más bajo y aumentos marginales de mayores ingresos y gastos de depreciación y amortización.
Cal-Maine Foods experimentó una ligera desviación en los precios con respecto a las estimaciones de Stephens, registrando cifras ligeramente inferiores, mientras que el volumen de ventas fue superior al previsto. Los costes de alimentación del trimestre superaron las previsiones de Stephens, lo que repercutió en el margen bruto, aunque otros costes se situaron ligeramente por debajo de las expectativas.
La empresa ha decidido mantener su actual calificación y precio objetivo para Cal-Maine Foods, indicando una postura neutral sobre las perspectivas del valor. El precio objetivo de 65,00 dólares se mantiene sin cambios tras la evaluación de los últimos resultados financieros de la empresa.
Perspectivas de InvestingPro
Mientras Cal-Maine Foods (NASDAQ:CALM) navega por el mercado, es notable que la empresa mantiene una posición de fortaleza financiera con más efectivo que deuda en su balance. Esta es una señal tranquilizadora para los inversores preocupados por la estabilidad y la resistencia a largo plazo, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Además, Cal-Maine tiene un historial constante de recompensa a los accionistas, habiendo aumentado su dividendo durante 3 años consecutivos, lo que podría resultar atractivo para las carteras centradas en los ingresos.
Desde el punto de vista de la valoración, el PER de Cal-Maine se sitúa en 6,59, con un PER ajustado para los últimos doce meses a partir del segundo trimestre de 2024 de 6,38, lo que sugiere que la acción puede estar cotizando a un múltiplo de beneficios bajo. Esto podría indicar que la acción está potencialmente infravalorada en comparación con sus beneficios, lo que podría despertar el interés de los inversores en valor. Por otra parte, el fuerte rendimiento del flujo de caja libre de la empresa está implícito en sus métricas de valoración, lo que sugiere la posibilidad de una asignación eficiente del capital y la posibilidad de futuras inversiones o retornos para los accionistas.
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