Nadie es buen juez en causa propia. Criticar a los demás es fácil, porque los defectos ajenos son evidentes. Sin embargo, nos vemos en el espejo y solo vemos perfección. ¡Qué conveniente! Lo nuevo con mucha frecuencia sufre de un exceso de optimismo. ¿Por qué? Bueno, las utopías siempre son perfectas en oposición. Las revoluciones son excelentes cuando son imaginarias. Pero una vez que las cosas se convierten en demasiado reales es que comenzamos a notar las contradicciones. Los héroes se convierten en villanos una vez que obtienen el poder. Hablemos de distintos sistemas monetarios. ¿Cómo son las criptomonedas dinero de la “nada” como el dinero fiat?
Calma, amigo lector. No se predisponga, ni se ponga a la defensiva. Dudar es crecer. El enemigo del conocimiento es el dogma. En primer lugar, hablamos de los sistemas de banca libre. Me refiero a un sistema liberal de monedas ciudadanas y privadas en la ausencia de un banco central. Es decir, el sueño de los liberatorios. Lo que, curiosamente, muchos jóvenes de hoy piensan (equivocadamente) que es algo nuevo, revolucionario y nunca probado. Ahora bien, hay muchos tipos de sistemas de banca libre. Digamos que hay un espectro. Pero, para los propósitos de este análisis, nos enfocaremos en la versión más radical. De este modo, la comparación se hará más sencilla.
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