Investing.com - Los tipos de interés en la eurozona se quedan como están. El Banco Central Europeo ha decidido, en su reunión de hoy, mantenerlos invariables en el 0,25%, su mínimo histórico, pese a la amenaza de deflación que sigue cerniéndose sobre la zona euro, y que ha dado nuevos motivos de alarma esta misma semana.
El organismo que preside Mario Draghi hace así caso omiso a las presiones que le llegaron de diferentes gobiernos y del propio FMI para que moviese ficha. La presión aumentó desde que este lunes la tasa de inflación sorprendió, para mal, al caer en marzo dos décimas, hasta el 0,5%, alejándose así aún más del objetivo marcado por el BCE, de mantener la tasa cercana al 2%, aunque sin tocar ese nivel. La inflación acumula así seis meses por debajo del nivel del 1%.
Descartado, por ahora, el recorte de tipos, y descartada también la opción de poner en negativo la tasa de facilidad de depósito, que se queda en el 0%, está por ver si Draghi anuncia o, al menos, deja la puerta abierta a alguna otra medida de tipo no convencional, destinada a hacer fluir el crédito y, sobre todo, alejar de la eurozona el riesgo de deflación. Una compra de bonos, lo que vendría a ser un QE “a la europea”, es una de las iniciativas que se podrían anunciar.
Las dudas quedarán despejadas en la rueda de prensa que arranca a las 14:30, hora central europea. El euro espera estas declaraciones sin mucho movimiento, subiendo un mínimo 0,04% para situarse en 1,37 dólares.