Sofia, 18 abr (.).- El gobernador del Banco Nacional de Bulgaria, Dimitar Radev, dijo que la adhesión de Bulgaria a la Eurozona puede retrasarse hasta avanzado 2025, en lugar de concretarse el 1 de enero como inicialmente se había planificado.
Durante una entrevista con la agencia estatal de noticias BTA en Washington, en el marco de las reuniones de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Radev explicó que esta nueva fecha es un escenario más realista en la actual etapa por la que pasa la eurozona.
La inflación, que es el principal obstáculo para que Bulgaria, miembro de la Unión Europea desde 2007, se una a la Eurozona, ha evolucionado de forma alentadora en los últimos meses.
Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística revelan una disminución de la inflación hasta el 3 % en marzo en términos interanuales, lo que supone un tercio del incremento de los precios hace un año.
Para ser parte de la zona del euro, la inflación en Bulgaria no debe exceder en más de un 1,5 % la tasa de los tres miembros de la Eurozona con la inflación más baja en términos anuales.
Aunque Bulgaria cumple actualmente con el promedio de inflación de la zona del euro, que es del 2,4 %, algunos países presentan tasas anuales considerablemente bajas, como Lituania con un 0,3 %, Finlandia con un 0,7 % y Letonia con un 1 %, según Eurostat.
Por su parte, Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, expresó en declaraciones a BTA su confianza en que Bulgaria se integrará a la zona del euro en 2025, a pesar de la inestabilidad política del país en los últimos tres años.
Bulgaria se prepara para celebrar sus sextas elecciones generales en tres años el próximo 9 de junio.
Georgieva también destacó la flexibilidad de la fecha de adhesión, mencionando que, aunque tradicionalmente los países se han unido el 1 de enero, no hay impedimentos para que la adopción del euro ocurra en otras fechas, como marzo, junio o septiembre, siempre y cuando haya un consenso político en Bulgaria.
Para concluir, Georgieva hizo hincapié en la importancia de que el próximo gobierno evite introducir políticas que puedan generar presiones inflacionarias adicionales en la economía nacional.
Bulgaria ya retrasó, de 2024 a 2025, la adopción del euro precisamente por la elevada inflación.
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