Fráncfort (Alemania), 4 mar (.).- El Banco de Pagos Internacionales (BPI (ELI:BBPI)) ha pedido a los bancos centrales que se mantengan "vigilantes y ágiles" ante una inflación "un poco más obstinada de lo que parecía en un primer momento" debido a los precios de los servicios.
En una rueda de prensa con motivo de la presentación de su informe trimestral de marzo, el jefe del departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, ha destacado que, en términos generales, los bancos centrales van por buen camino en su lucha contra la inflación, aunque esta "todavía no ha terminado".
Junto a él, el jefe de investigación del organismo, Hyun Song Shin, ha insistido en que los responsables de las políticas monetarias siguen empeñados en completar el último tramo de camino hacia la desinflación: "Los riesgos no han desaparecido y no podemos caer en la complacencia".
En especial, desde el organismo con sede en Basilea han puesto en foco en la importancia que los precios de los servicios podrían tener a la hora de completar el proceso deflacionista, además del impacto de los salarios.
Según el BPI, los precios de los servicios han aumentado a un ritmo más lento y moderado que el de los bienes, incluso si se excluyen los alimentos y la energía.
Por ello, si los precios de los servicios suben ahora más deprisa hasta alcanzar la tendencia anterior a la pandemia -algo que podría pasar ya que su crecimiento es estructuralmente más persistente-, la inflación será más difícil de detener y obstinada a corto plazo.
"Creo que una de las razones por las que la inflación puede ser un poco más obstinada de lo que parecía en un momento dado podría deberse a la relativa rigidez de los precios de los servicios frente al crecimiento de los bienes", ha afirmado Shin.
Además, en su informe trimestral, el BPI ha considerado que los mercados han pasado de anticipar una rápida y drástica bajada de los tipos de interés a abogar por un aterrizaje suave tras los mensajes de los bancos centrales.