Por Leika Kihara y Takahiko Wada
TOKIO, 21 jul (Reuters) - La inflación subyacente de Japón se mantuvo en junio por encima del objetivo del 2% fijado por el banco central por decimoquinto mes consecutivo, aunque un índice que excluye el efecto de los costes energéticos se ralentizó, según mostraron los datos, lo que sugiere que las prolongadas presiones sobre los precios impulsadas por las materias primas pueden haber tocado techo.
Sin embargo, dado que el crecimiento de los precios de los servicios también se ralentizó el mes pasado, los dirigentes monetarios considerarán que las presiones salariales aún no se han acumulado lo suficiente como para justificar un ajuste inminente de la política monetaria ultralaxa.
Aunque los datos aumentan las probabilidades de que el Banco de Japón revise al alza la previsión de inflación para este año la semana que viene, pueden aliviar la presión sobre el banco central para que empiece pronto a retirar gradualmente su enorme estímulo monetario, según los analistas.
"La inflación impulsada por los costes está empezando por fin a tocar techo. Es probable que la inflación se ralentice en los próximos meses, lo que permitiría al Banco de Japón mantener su política monetaria sin cambios por el momento", afirma Toru Suehiro, economista jefe de Daiwa Securities (TYO:8601).
"Aunque los precios de los servicios pueden subir el año que viene, los de los bienes seguirán siendo débiles. La inflación podría rondar el 1% el año que viene", añadió.
El índice de precios al consumo (IPC) subyacente a nivel nacional, que excluye los costes de los alimentos frescos, subió un 3,3% en junio respecto al año anterior, igualando la previsión media del mercado y acelerándose respecto al 3,2% de mayo, según mostraron los datos el viernes.
La subida de las facturas de la electricidad se sumó a un aumento constante de los precios de los alimentos y los artículos de primera necesidad, aumentando la carga de los hogares.
Sin embargo, el índice que excluye los precios de los alimentos frescos y el combustible, y que el Banco de Japón sigue de cerca como mejor indicador de la tendencia de la inflación, subió un 4,2% en junio respecto al año anterior, más lentamente que el 4,3% de mayo.
Fue la primera desaceleración desde enero de 2022, en una señal de que el rápido ritmo de aumento observado en los últimos meses, impulsado por una oleada de subidas de precios por parte de las empresas, se estaba moderando.
(Reporte de Leika Kihara y Takahiko Wada. Edición de Sam Holmes y Shri Navaratnam; Editado en español por Flora Gómez)