PARÍS, 28 oct (Reuters) - La economía francesa registró un escaso crecimiento en el tercer trimestre, ya que el gasto de los hogares se estancó y el fuerte aumento de la inflación en octubre puso de manifiesto los vientos en contra que se avecinan en el último trimestre del año.
La economía francesa creció un 0,2% en el periodo julio-septiembre, en línea con las expectativas del mercado, según los datos preliminares del organismo oficial de estadística INSEE.
Mientras tanto, los precios al consumo en octubre se dispararon. En términos armonizados de la UE, la inflación aumentó un 1,3% intermensual, impulsada por el coste de los productos petrolíferos y los precios de los alimentos.
La tasa interanual se situó en el 7,1%, frente al 6,2% del mes anterior, según el INSEE, superando el anterior récord del 6,8% alcanzado en julio por la segunda economía de la zona euro.
El aumento de la inflación en octubre se produjo tras dos meses consecutivos de ralentización de los precios al consumo. A Francia le ha ido mejor que a sus vecinos a la hora de controlar las subidas de precios, aunque algunos economistas han advertido de que su fuerte gasto en protección general para los hogares estaba posponiendo el impacto.
Los datos franceses llegan un día después de que el Banco Central Europeo volviera a subir los tipos de interés, preocupado por el rápido crecimiento de los precios. Elevó su tipo de depósito en otros 75 puntos básicos, al 1,5%, el nivel más alto desde 2009.
El INSEE pronosticó a principios de mes un estancamiento del crecimiento para los tres últimos meses del año.
Las perspectivas para Francia siguen siendo difíciles, ya que es probable que los inventarios contribuyan negativamente al crecimiento a partir del próximo trimestre, según los analistas de ING (AS:INGA).
"De hecho, el deterioro de las carteras de pedidos y el elevado nivel actual de inventarios probablemente conduzcan a una reducción voluntaria de los mismos por parte de las empresas en los próximos meses".
"Además, con la inversión a media asta, los riesgos para el suministro de energía, la inflación persistentemente alta y una desaceleración general de la demanda de exportaciones, es difícil esperar una fuerte recuperación del crecimiento en la segunda mitad de 2023."
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió a los responsables monetarios este mes durante una entrevista a un periódico contra la "destrucción de la demanda".
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, rechazó el jueves las críticas políticas de que las rápidas subidas de tipos amenazan con llevar a la zona euro a la recesión, argumentando que su trabajo es controlar la inflación.
(Reporte de Richard Lough; Editado en español por Flora Gómez)