Bruselas, 14 dic (.).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han precisado que las partidas nacionales de fondos agrícolas o fondos regionales no se verán afectadas por la revisión del presupuesto común hasta 2027, según el último borrador que están discutiendo, al que ha tenido acceso EFE.
Los líderes están negociando en una cumbre en Bruselas una actualización del Marco Financiero Plurianual (MFP) hasta 2027 que, además de recoger el nuevo paquete de asistencia macrofinanciera para Ucrania, destina recursos a reforzar prioridades como la migración, las inversión en tecnologías limpias o los intereses de la deuda.
Pero la negativa de un grupo de países, entre los que se encuentran Alemania o Países Bajos, a realizar nuevas aportaciones a las cuentas comunes está obligando a redirigir a estas cuestiones fondos que originalmente estaban previstos para otros programas del presupuesto de la UE.
En el último borrador que ha llegado a la mesa de negociaciones se reasignan precisamente 1.100 millones de euros de los programas de la Política Agrícola Común (PAC) y la Política de Cohesión cuya gestión corresponde a la Comisión Europea, pero se precisa que no quedarán afectadas las partidas que se trasladan a los Estados miembros.
"Ninguna asignación nacional de Estados miembros se verá afectada", añade el nuevo texto, preparado por las delegaciones de los socios comunitarios mientras los líderes discutían sobre el proceso de ampliación del bloque, que ha finalizado con el visto bueno a la apertura de las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia.
El mantenimiento de las asignaciones nacionales de la PAC y de los fondos de Cohesión es una línea roja de España, que desde el inicio de las conversaciones para revisar el presupuesto de la UE ha insistido en que no se pueden ver afectadas.
En total, el documento eleva la cifra de recursos reorientados desde otros programas hasta los 10.600 millones, lo que permite reducir hasta los 21.000 millones el dinero 'fresco' que se pedirá a las capitales durante los próximos cuatro años.
Estos fondos servirán sobre todo para financiar el nuevo paquete de ayuda a Ucrania, puesto que 17.000 millones de los 50.000 se concederán a Kiev en forma de ayudas directas (los 33.000 millones restantes en créditos se captarían en los mercados de deuda).
El presupuesto para migración y gestión de fronteras se reforzaría con 9.600 millones de euros, que incluyen distintas partidas para la asistencia a refugiados sirios en Turquía, Jordania, Líbano, así como para los Balcanes y los países del Mediterráneo sur.
Por último, deja en 1.500 millones el dinero previsto para la plataforma pensada para invertir en el desarrollo de tecnologías limpias, aunque todo este sobre irá destinado a reforzar el Fondo Europeo de Defensa y contempla 2.000 millones para el Instrumento de Flexibilidad y 1.500 millones para la Reserva de Solidaridad y Ayuda de Emergencia (SEAR).
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