Madrid, 14 mar (.).- La patronal siderúrgica, Unesid, ha asegurado este jueves que se han producido unos 55 millones de euros menos en 2023 por las importaciones "fraudulentas" de tubos de acero de China declaradas como estructuras fotovoltaicas, una circunstancia que está "distorsionando al mercado".
Sólo en el último año se importaron 61.000 toneladas de estructuras chinas por debajo de 1.100 , un importe que "se asemeja más al de los tubos de acero que a las estructuras elaboradas", denuncia en una nota Unesid, que apunta que la cantidad "mal declarada" osciló entre 50.000 y 60.000 toneladas.
A tenor de sus datos, el pasado ejercicio se importaron del gigante asiático 119.807 toneladas de estructuras para la construcción de este tipo de instalaciones fotovoltaicas, esto es, más de 55.000 toneladas adicionales, lo que prácticamente duplica el volumen registrado en 2022.
"Algunos importadores declaran los tubos como estructuras solares con la intención de eludir la regulación europea de importaciones de acero, lo que está distorsionando al mercado", declara el director general de Unesid, Andrés Barceló, que recuerda que los derechos a pagar cuando se superan los contingentes marcados en la salvaguardia son del 25 % del valor de la mercancía.
Por tanto, declararlos mal "es una manera de eludir las medidas de salvaguardia, reducir el pago de aranceles, perjudicar a las arcas públicas y levantar estructuras sobre materiales que no son lo suficientemente consistentes y duraderos en el tiempo".
De ahí que no vea "muy coherente" hablar de sostenibilidad y, al mismo tiempo, incumplir la legislación vigente.
Unesid ya puso esta situación en conocimiento de la Agencia Tributaria y solicitó que se cobrasen los derechos de salvaguardia a los que están sujetos estos materiales por la Comisión Europea desde 2019.
Asimismo, ha contactado con otros organismos competentes tanto nacionales como comunitarios porque considera que "no es un asunto exclusivamente aduanero".