Budapest, 23 dic (.).- Hungría afrontará una fuerte ralentización de su economía en 2023, ya que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) caerá al 1,5 % desde el 4 % de este año, según ha pronosticado este viernes el Ministerio de Finanzas.
"La economía húngara este año podrá crecer sobre el 4 % y en términos anuales el año que viene también se podrá evitar la recesión, esperamos un aumento del 1,5 %", asegura la fuente en una nota.
"La meta principal del Gobierno es evitar la recesión y proseguir el crecimiento también en el próximo año", agrega.
El Gobierno del ultranacionalistas Viktor Orbán atribuye el marcado freno pronosticado para la economía del país a la alargada guerra en Ucrania y, sobre todo, a las sanciones europeas contra Rusia, que, según el Ministerio, generan inflación.
Orbán, considerado el mejor aliado de Moscú entre los líderes europeos, responsabiliza a la Unión Europea (UE) de la crisis energética y de la elevada inflación, al considerar que las sanciones contra el Kremlin adoptadas por la invasión de Ucrania afectan sobre todo a la economía comunitaria.
Hungría ha registrado en noviembre la inflación interanual más alta de la UE, superando el 25 %, pero en el caso de algunos alimentos, como los huevos o lácteos, sobrepasa el 50 %.
El Gobierno ha introducido precios tope para una serie de alimentos para contrarrestar los efectos del aumento del coste de la vida, pero, según algunos analistas, esas medidas solo alargan y agudizan la inflación.
Además, la moneda nacional ha sufrido desde enero una importante caída, de hasta el 15 %, en su valor frente al euro.
Otro factor que seguramente afectará los indicadores económicos del país en 2023 es la congelación de los fondos de cohesión por parte de Bruselas, que condiciona a una serie de reformas y enmiendas legales para sanear el Estado de derecho y combatir la corrupción.