Madrid, 27 feb (.).- La elevada inflación observada entre 2021 y 2023 fue resultado de un incremento notable de la proporción de establecimientos que subieron los precios de sus productos -en particular en el sector de la alimentación- y no de un aumento del tamaño de esos cambios, de acuerdo con el Banco de España.
En el artículo "El repunte inflacionario en España entre 2021 y 2023: evidencia con microdatos", la entidad destaca además que durante el reciente periodo inflacionario se ha acrecentado la asimetría ya habitual por la que es más frecuente que una tienda ajuste el precio al alza en función de la competencia que a la baja.
Según el documento, en junio de 2021 tan solo cerca de un 6 % de los precios aumentaron respecto al mes anterior, mientras que en abril de 2022 este porcentaje subió al 18 %, su valor más alto de toda la serie.
En promedio, la frecuencia de subidas de precios se situó en el entorno del 12 % entre mayo de 2022 y abril de 2023, aunque desde entonces la frecuencia de subidas de ha caído hasta niveles cercanos a los de los años 2018-2020, situándose en diciembre de 2023 en el 6 %.
Por su parte, el tamaño promedio en los cambios intermensuales de precio no ha sufrido variaciones relevantes durante este período, fluctuando la mayor parte del tiempo dentro de un rango de entre el 10 % y el 15 % para las subidas.
La frecuencia de subidas de precios aumentó con mayor intensidad en el sector de la alimentación, en especial en los alimentos elaborados, aunque los autores del artículo inciden en que el resultado es puramente descriptivo y no aborda las causas tras un fenómeno que podría deberse a la existencia de asimetrías previas en la evolución de los costes de los insumos para las empresas de distintas ramas de actividad.