Madrid, 4 mar (.).- La tasa de electrificación de la economía española en el primer semestre de 2023 se situó en torno al 22,4 %, lo que supone volver a los niveles previos a la pandemia y rondar los registros de 2007, según los datos de la patronal eléctrica Aelec, que insiste en la necesidad de aumentar la ambición.
En una nota de prensa remitida este lunes, Aelec, asociación de la que forman parte Iberdrola (BME:IBE), Endesa (BME:ELE) y EDP (ELI:EDP), constata cómo la tendencia europea del índice de electrificación es similar a la española y refleja un "estancamiento" en el conjunto de los Ventisiete de la Unión Europea.
En concreto, durante los seis primeros meses del pasado ejercicio se produjo una disminución de la demanda eléctrica en España por el aumento de la eficiencia energética y una recuperación del resto de consumos, que volvieron a los niveles de los años previos.
Todo ello condujo a un resultado del 22,4 %, por debajo de los niveles de 2019.
Tal como explica Aelec, el índice de electrificación aumentó en 2020 hasta un 25,6 % debido a las restricciones impuestas como consecuencia de la pandemia.
Las medidas de confinamiento llevaron a una caída del consumo de energía final de mayor proporción que el descenso del consumo de energía eléctrica; sin embargo, con la vuelta a la normalidad, este índice ha regresado al entorno precovid.
La presidenta de la asociación, Marina Serrano, subraya que lograr el objetivo de reducción de emisiones en 2030 y conseguir la neutralidad climática en 2050 "exige acelerar la electrificación de la demanda de energía final, principalmente en el transporte, en las viviendas y en los procesos industriales".
En este sentido, añade, la incorporación de energía renovable representa "un avance, pero es prioritario asegurar las condiciones para lograr la electrificación de la economía ante la acuciante necesidad de avanzar hacia la descarbonización"
En relación con el resto de socios de la Unión Europea, la revisión de los datos de la oficina de estadística comunitaria Eurostat muestra un contexto similar en los principales países.
Así, además de España, otros Estados como Francia, Alemania o Italia reflejan un estancamiento del índice.