Berlín, 8 nov (.).- El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los llamados "cinco sabios", esperan una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,2 % en 2023, con lo que se muestran más optimistas que el propio ejecutivo, que ha calculado una contracción del 0,4 por ciento.
Los "sabios", según datos adelantados por medios de comunicación del informe que se presentarán mañana, estiman que este año la economía crecerá un 1,7 por ciento, frente al 1,4 por ciento estimado para el Gobierno.
El relativo optimismo de los economistas se debe a que, contra la mayoría de los pronósticos, la economía alemana ha logrado crecer ligeramente en el tercer trimestre.
La razón principal de la recesión, según los sabios, está en la evolución esperada de los precios de la energía, que afectan tanto a empresas como a consumidores.
Pese a las medidas de apoyo del Gobierno los ciudadanos tendrán gastos de energía más altos de lo habitual, lo que perjudicará la demanda de otros bienes y con ello afectará también a las empresas.
Las empresas, por su parte, muestran inseguridad a la hora de invertir ante el aumento de los costos de producción.
La inflación, según los sabios, se situará este año en el 8 por ciento y el año próximo en el 8,7 por ciento.
Pese a todo, los economistas consideran que la recesión y la inflación tendrán pocos efectos en el mercado laboral, que seguirá siendo estable.
Sin embargo, hay en el mercado trabajo un factor negativo para la economía que es la escasez de mano de obra especializada que es algo que también frena las posibilidades de crecimiento, según los "sabios".