Invezz.com - El dólar de Zimbabue es a menudo visto como el ejemplo de un mal colapso económico macro y fiscal. En su momento más bajo, un billete de Zimbabue de 100 billones de dólares en realidad no valía nada. Hoy en día, estos billetes de billones de dólares se venden en plataformas como Amazon (NASDAQ:AMZN).
El colapso del dólar ZIM se atribuyó a las acciones de Robert Mugabe, el entonces presidente, y del banco central. Ante fuertes sanciones, el gobierno recurrió a la impresión de efectivo en un intento por financiar sus proyectos y proyectos de bienestar.
La impresión de efectivo genera una mayor oferta monetaria, lo que lleva a la hiperinflación. En el peor período, la inflación de Zimbabwe aumentó al 3,13×109%, la más alta registrada. Como resultado, la clase media que existía hace décadas desapareció y Zimbabwe se convirtió en uno de los países más pobres del mundo.
Ahora, hay señales de que Argentina, que alguna vez fue una economía líder en América del Sur, está siguiendo los mismos pasos que Zimbabwe. Al igual que Zimbabwe, Argentina ha impreso dinero constantemente para financiar su creciente déficit. En 2022, el país tenía un déficit presupuestario primario del 2,4%, mientras que el déficit financiero llegó al 4,2%.
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Continúa la impresión de efectivo en Argentina
Argentina ahora podría estar dirigiéndose a una hiperinflación antes de las elecciones generales. En un comunicado, el ministro de Economía, también candidato presidencial, anunció una serie de dádivas que podrían empeorar la situación.
Todos los trabajadores registrados recibirán el equivalente a $80 dólares mientras que los trabajadores informales y jubilados recibirán $125 y $49 dólares. El plan costará alrededor del 1,3% del PIB y se financiará mediante la impresión de efectivo. Con otra ayuda, el gobierno aumentará el umbral del impuesto sobre la renta al 1% desde el 7% anterior.
Por lo tanto, agregar más pesos argentinos en una economía donde la inflación se está disparando podría generar más desafíos. Los datos más recientes mostraron que la inflación general al consumidor aumentó un 12,4% en agosto, el punto más alto desde 1991, cuando el país salía de la hiperinflación. La inflación aumentó más del 124,4% interanual en agosto.
El desafío para Argentina es que no tiene ningún plan para salir de esta crisis económica. El partido gobernante está comprometido a continuar con las políticas socialistas que lo han puesto de rodillas. Por otro lado, el candidato de derecha se ha comprometido a deshacerse del peso argentino y sustituirlo por el dólar estadounidense.
En gran medida, reemplazar el ahora inútil peso argentino por el dólar estadounidense tiene sentido. Sin embargo, la realidad es que implementarlo no será fácil ya que el gobierno necesita tener recursos para adquirir el dólar.
Es difícil solucionar la crisis de la economía argentina. Por un lado, para resolver la crisis sería necesario deshacerse de la mayoría de los programas de bienestar social, aumentar algunos impuestos, aumentar las tasas de interés y reducir la burocracia que reduce las inversiones extranjeras. Desechar estos programas sociales sería impopular.
Por lo tanto, no podemos descartar una situación en la que el peso argentino se desplome fuertemente en los próximos meses. El USD/ARS oficial ha subido a 350 desde 36 en 2018. El tipo de cambio no oficial es mucho más alto que el oficial.
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