Investing.com – Los futuros sobre oro registraron mínimos de la sesión este jueves pues el euro se hundía frente al dólar después de que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunciara que el banco central utilizará todas las herramientas a su alcance si fuera necesario para reactivar la economía e impulsar la inflación.
Estas declaraciones tenían lugar después de que el BCE decidiera mantener sus tipos de interés anclados en el 0,05%, mínimos históricos. El banco central ha decidido también mantener su tipo de interés marginal en el 0,30% y el de la facilidad de depósito en el -0,20%.
El BCE recortó sus previsiones de inflación este jueves debido a la caída de los precios del petróleo y la ralentización del crecimiento de China.
El euro se dejó un 1% con respecto al dólar, mientras que el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, avanzó un 0,6% hasta 96,47, su cota más alta desde el 20 de agosto.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, los futuros sobre oro para entrega en diciembre se negociaron a 1.122,50 USD durante la mañana de la jornada de negociación en Estados Unidos, dejándose un 0,98% u 11,10 USD.
El oro se había dejado durante la jornada anterior un 0,54% o 6,20 USD pues el debilitamiento del dólar y la recuperación de los mercados globales lastraban la demanda del metal precioso.
Mientras, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció que el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo aumentó la semana pasada en 12.000 hasta un total de 282.000. Los analistas habían previsto un aumento de 5.000 solicitudes iniciales de subsidio por desempleo hasta un total de 275.000.
El número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se ha mantenido por debajo del nivel de 300.000 por vigésimo sexta semana consecutiva, lo que habitualmente implica el buen ritmo del mercado laboral.
Según otro informe, el déficit comercial de EE.UU. se redujo en julio un 7,4% hasta 41.900 millones de USD, pues las exportaciones aumentaron en un 0,4% y las importaciones cayeron un 1,1%.
Los actores del mercado aguardan ahora la publicación del informe sobre empleo no agrícola prevista para el viernes, pues podría arrojar algo de claridad sobre las probabilidades de una subida de los tipos de interés a corto plazo.
Las previsiones apuntan a que se habrá producido un crecimiento laboral de 220.000 empleos el mes pasado tras el aumento de 215.000 de julio, mientras que la tasa de desempleo descenderá seguramente del 5,3% al 5,2%.
Todo apuntaba a que un informe positivo sobre el empleo no agrícola de Estados Unidos alimentaría los rumores referentes a cuándo empezará la Reserva Federal a subir los tipos de interés, mientras que unas cifras más discretas podrían impulsar el oro, al no reforzar las expectativas de que se produzca la subida de los tipos en diciembre.
La reciente agitación de los mercados financieros globales ha suscitado dudas acerca de si la Fed se abstendrá de subir los tipos de interés con respecto a los actuales mínimos históricos en su próxima reunión sobre política monetaria el próximo 17 de septiembre.
La fecha en que la Fed subirá los tipos de interés ha sido fuente constante de debate en los mercados durante los últimos meses.
Las expectativas de que se adelante la subida de los costes de financiación indican una tendencia bajista del oro, pues el metal precioso lo tiene difícil a la hora de competir con otros activos rentables cuando suben los tipos de interés.
En cuanto al resto del comercio de metales, el cobre para entrega en diciembre se disparó un 1,85% o 4,3 centavos hasta situarse en 2,372 USD por libra.
Las ganancias del cobre se produjeron pues el gran repunte de los mercados de valores contribuyó a calmar los nervios de los inversores.
Los precios del metal rojo se desplomaron hasta situarse el pasado 24 de agosto en 2.202 USD, mínimos de seis años, pues las preocupaciones suscitadas en torno al estado de la economía china y las pronunciadas pérdidas en los mercados de valores de China lastraban el interés por el cobre.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial.