Por Eric Onstad
LONDRES (Reuters) - Los ricos yacimientos de zinc, cobre, oro y otros minerales de Irán son tentadores para los inversores internacionales tras el levantamiento de las sanciones de Occidente contra la república islámica, pero el desarrollo del sector llevará tiempo.
La caída de los precios de los metales y la incertidumbre acerca de cómo trabajar con el Gobierno de Teherán, que controla prácticamente todas las minas del país, hace que muchas empresas mineras extranjeras no tengan prisa para firmar acuerdos.
Irán, que cuenta con uno de los mayores proyectos de zinc no desarrollados del mundo, ha estado tratando de atraer inversores luego de que se anunciara que se levantarían las sanciones en su contra en virtud de acuerdo firmado el año pasado con seis potencias mundiales.
"Irán tiene activos mineros absolutamente de primera clase (...) pero estamos en el fondo de una de las peores y más oscuras crisis de la minería desde hace algún tiempo", dijo Neil Passmore, jefe ejecutivo de la firma Hannam & Partners en Londres.
Sellar acuerdos con Irán, acosado por luchas políticas internas entre facciones de línea dura y pragmáticas, puede ser complejo y requerir tiempo.
Sin embargo, aunque el desarrollo del sector minero puede llevar años, los bajos costes de la energía podrían transformar con el tiempo a Irán en un actor importante en la industria mundial de los metales, según analistas.
Irán dice tener 68 tipos de minerales, como hierro, carbón, oro y cobre, con reservas totales de 43.000 millones de toneladas.
"A medida que cuente con más ingresos del petróleo, no hay razón por la que (Irán) no deba analizar diversificar la economía e impulsar las exportaciones de metales", dijo Robin Bhar, jefe de investigación de metales de Societe Generale en Londres.